Días antes de finalizar la competencia, Sebastián Halpern había expresado que era imposible seguir a los autos que corrían con el nuevo reglamento (T1+). La diferencia con respecto su MINI era enorme y por esa razón el trabajo que venía realizando era realmente para destacar. En las últimas etapas, encima, había tenido algunos problemas en las dunas y se le notaba un dejo de amargura.
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Sin embargo, un día antes de terminar la carrera pudo recuperar lo perdido para terminar en el octavo lugar de la clasificación general, algo que lo emocionó cuando cruzó la meta: "Emociona terminar y estar en el top ten, estoy súper contento del trabajo que hemos hecho. La verdad que con el auto muy confiable que hemos tenido, a pesar de que tuvimos falta de potencia todos los días. Creo que hemos hecho un buen trabajo, Ronnie hizo una tarea impecable, la hemos pasado bien, más no se puede pedir".
"Hace doce años cuando corrí mi primer Dakar en Quads mirábamos al equipo MINI como una utopía y hoy estar en esta escuadra es un gran logro. Súper orgulloso de lo que hemos hecho, del equipo, del auto, el X-Raid es muy profesional. Estar en un top ten, cuando miras los nombres para arriba y para abajo, creo que no es poco”, concluyó.
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Este resultado es el mejor conseguido en los cuatro que realizó en esta especialidad. En 2018 había sido noveno, llegó a esta edición con el objetivo de mejorarlo y así lo hizo. En Quads, en tanto, fue segundo en 2011.