Con la celebración de este día, la Asamblea General quiere aumentar la conciencia pública sobre la cuestión y recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades. También quiere resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propias decisiones.
Es importante destacar cuanto ha cambiado la sociedad en el trato con ellos y las posibilidades que con su crecimiento y esfuerzo personal han ido consiguiendo, por mérito propio.
¿Qué es el Síndrome de Down?
Se trata de una alteración genética causada por la existencia de material genético extra en el cromosoma 21 que se traduce en discapacidad intelectual. La incidencia estimada del síndrome de Down a nivel mundial se sitúa entre 1 de cada 1.000 y 1 de cada 1.100 recién nacidos.
Como señalamos los avances sociales y médicos han conseguido mejorar la calidad de vida de las personas con el síndrome. A principios del siglo XX, se esperaba que los afectados vivieran muy pocos años, pero ahora, cerca del 80% de los adultos que lo padecen superan la edad de los 50 años.
Consultada sobre el tema la terapeuta en discapacidad intelectual y motora egresada de la UNCuyo, Carolina Martínez sostuvo que “es muy importante para su futuro desenvolvimiento la estimulación temprana. Mientras más pronto reciban estimulación más posibilidades de que se desarrollen mejor y obtengan mejor desempeño en sus acciones a futuro”.
En cuanto a la postura de la sociedad ante estos casos señaló que “si bien, todavía queda mucho por trabajar y mejorar; la sociedad ha evolucionado mucho en cuánto a la inclusión de personas con discapacidad. Es muy importante que los diversos contextos en donde se desenvuelven dichas personas, brinden los apoyos necesarios, adaptados a cada necesidad en particular”.
Lo dicho un trabajo médico y parental en edades tempranas favorece la calidad de vida y la salud de quienes sufren este trastorno genético.
Sensaciones innumerables que nos deslumbran permanentemente y difíciles de poner en palabras para quienes hemos conocido o vivimos con personas que presentan esta alteración genética. Nos hacen conocer la pureza, la simpatía, las cosas simples de la vida. Con su inocencia nos enseñan a disfrutar todos los días de la magia de la vida.