Mariano de la Canal saltó a la fama gracias a su papel de "el fan de Wanda" durante la participación de la empresaria en el Bailando 2011. El joven se destacó por sus gritos y llantos descontrolados en la tribuna durante las presentaciones de Wanda Nara en aquel ShowMatch, conducido por Marcelo Tinelli en las pantallas de El Trece.
En la actualidad, se mantiene muy activo en las redes sociales y se conoce que ha tenido algunas apariciones destacadas en la televisión boliviana, en donde llegó a ser conductor. La intención de Mariano de la Canal en un principio fue mantenerse en los medios de comunicación al costo que fuera. No obstante, hace poco, trascendió un peculiar oficio al que de vez en cuando se dedica que se pasea entre lo extraño y bizarro.
El trabajo de Mariano de la Canal
Se trata de que ofrece un servicio para los velorios en donde él se pone a llorar delante del féretro. "Viste que hay familias que son poquitos y por ahí no querían mucho a la persona? Y me han contratado para que vaya y llore al lado del cajón", comentó hace un par de meses en una nota que otorgó a Infobae.
Asimismo, reveló cuáles eran los precios que costaba dicho servicio que, incluso venían por paquetes: "Estoy haciendo tres paquetes. El simple, sale 10 mil pesos, que es una lloradita al lado del cajón, una hora. El segundo, cuesta 20 mil y es una lloradita y una desmayada", detalló Mariano de la Canal.
En este contexto, el influencer El Laucha, volvió a sacar el tema a colación: "Este año él tiene un nuevo trabajo. No puedo catalogar si es digno o no digno. Es muy extraño, pero hasta puede ser divertido. Estamos hablando de un emprendimiento en donde él lloraba en los velorios por un caché. Vos le pagabas y te lloraba", señaló a través de su cuenta en Twitter.
Finalmente, se preguntó sobre los precios y sembró dudas sobre si habían cambiado por las diferentes modificaciones del valor del dólar y la inflación. "Hacía uso de sus lágrimas para ir a trabajar a las salas velatorias y él mismo contó el costo de los mismos", mencionó sobre este insólito y llamativo laburo de Mariano de la Canal.
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