A mediados de julio el ex intendente peronista de Santa Rosa, Sergio Salgado, fue detenido luego de que la Suprema Corte de Justicia dejara firme un fallo por el que, en 2018, había sido condenado a 5 años de prisión.
En esta ocasión el ex jefe comunal había sido encontrado culpable de concusión, desobediencia, malversación de caudales públicos y fraude a la administración pública.
Fue en este contexto que el máximo tribunal de la provincia declaró imprescriptibilidad de los delitos de corrupción, por lo que revirtió el sobreseimiento del ex jefe comunal peronista en dos de esas causas.
Ahora, y casi un mes después, Salgado se sentó en el banquillo de los acusados de los Tribunales Federales. En esta ocasión se debe a tres causas de administración fraudulenta y amenazas (contra un gerente del Banco Nación).
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Se trata de causas que se habían iniciado en el fuero provincial, pero que luego pasaron a competencia de la Justicia Federal ya que se trata de una investigación sobre la utilización de fondos enviados por la Nación.
Salgado quedó en el ojo de la tormenta luego de que se comprobara que el Gobierno Nacional había enviado dinero a Santa Rosa para la concreción de obras y estas nunca se llevaron a cabo o no se terminaron. En esos hechos el ex intendente se encuentra imputado junto a otras nueve personas, entre las que se encuentran su padre, Ramón Salgado, y el ex concejal Marcial Ibarra.
Ahora se espera que el abogado defensor de Salgado, Carlos Moyano, realice un planteo para cuestionar la competencia de Tribunal Federal, ya que entienden que corresponde a la Justicia ordinaria.