Las camas “anti sexo” volverán a hacer su aparición en la Villa Olímpica, esta vez para los Juegos Olímpicos de París 2024. Este diseño innovador, que busca priorizar el descanso de los atletas, se introdujo por primera vez durante la edición de Tokio 2020. Sin embargo, su presencia no ha estado exenta de controversia y comentarios en las redes sociales.
Lo peculiar de estas camas va más allá de su apariencia, construidas con cartón, incluso los almohadones que conforman el colchón siguen el mismo principio. Compuesto por tres piezas intercambiables, cada una con una firmeza diferente, los atletas podrán personalizar su descanso según sus necesidades individuales gracias a una aplicación especial que, basándose en el peso y la altura del deportista, recomendará la combinación óptima de los tres cojines.
La implementación de estas camas, y el nombre con el que se dieron a conocer viralmente, respondieron a un compromiso de los organizadores de los Juegos Olímpicos con la sostenibilidad y a una forma de proteger a los atletas. Desde Tokio 2020 se buscó demostrar que es posible trabajar hacia un futuro más verde incluso en eventos de esta magnitud. La elección del cartón como material principal no solo responde a criterios ecológicos, sino que también es parte de un esfuerzo por reducir la huella de carbono de los Juegos.
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Por el otro lado, la presencia de las camas anti sexo en la Villa Olímpica de Tokio también fue ideada para reducir los posibles encuentros íntimos entre los atletas, debido a que por ese entonces el mundo apenas estaba comenzando a salir de la pandemia de coronavirus. Cabe destacar que durante los Juegos de Invierno de Pyeongchang, la aplicación Tinder experimentó un aumento del 350% en su uso, mientras que en los Juegos de Verano de Río 2016 se distribuyeron 450.000 preservativos, aproximadamente 42 por cada deportista.
La aparición de estas camas especiales tiene antecedentes en medidas adoptadas debido a preocupaciones sanitarias. En los Juegos de Tokio, las camas fueron diseñadas para soportar hasta 200 kilogramos, en parte como una precaución adicional en medio de la pandemia de coronavirus. Se realizaron pruebas de resistencia, incluyendo lanzar peso sobre las camas, para garantizar su solidez.
Aunque estas camas han generado opiniones encontradas, algunos atletas han aprovechado la oportunidad para compartir en redes sociales videos probándolas, saltando y poniendo a prueba su resistencia. Este hecho ha contribuido a aumentar su notoriedad en la comunidad olímpica y más allá.
El espacio donde descansarán los deportistas han vuelto a tomar el protagonismo de la escena olímpica en París 2024, competencia que se disputará entre el 26 de julio y el 11 de agosto. Allí, los deportistas podrán comprobar la comodidad y resistencia y volver a compartir su experiencia con sus miles de fanáticos a través de las redes sociales.
Hay que recordar que la Villa Olímpica, el espacio donde reposarán la mayoría de los más de 10 mil atletas que competirán en los Juegos Olímpicos para luego darle lugar a los deportistas paralímpicos, ya fue presentada por el Comité Organizador. La construcción de los 82 bloques que constituyen tres mil departamentos estuvo a cargo de la empresa Solideo (Société de Livraison des Ouvrages Olympiques), se llevó a cabo en el norte de la ciudad, en un terreno de 52 hectáreas entre Saint-Denis, la isla de Saint-Denis y Saint-Ouen, una zona industrial de la capital francesa, de las más humildes de la ciudad.
La estructura se creó sin aire acondicionado en los espacios que usarán los atletas. Se aprovechará que la construcción orientada en recursos naturales y un sistema de refrigeración subterráneo utilizado en el Museo de Louvre durante el verano del año pasado para mitigar las temperaturas sofocantes que se registraron en Europa. De esta forma, desde la organización aseguraron que la temperatura en los departamentos no superarán los 26° C durante la noche, tiempo de descanso para los deportistas.