Daniel Alberto Passarella atraviesa una delicada enfermedad. El Kaiser, a sus 69 años, "ya no es el mismo de antes, es otro Daniel", aseguran sus más cercanos.
El ex jugador campeón del Mundo con la Selección Argentina en el 78 y sufre un proceso de deterioro cognitivo similar al que vivió su padre y que también tiene mucha cercanía con el ELA.
Diario Olé reveló que el histórico entrenador de River Plate, dirigente durante el descenso del club a la B Nacional, hace muy pocas actividades solo, salvo algunos paseos con su auto Mercedes Benz por Lomas de San Isidro. Inclusive, esto lo hace con asistencia porque "repentinamente puede perder la orientación u olvidar hacia donde iba".
Su hijo Lucas, el menor de los Passarella, está evaluando volver de Chacabuco a Buenos Aires para cuidar el estado de su padre, que ya no solo no está en condiciones de continuar trabajando en el fútbol, sino tampoco administrar los bienes de su propiedad.
Passarella, campeón del mundo.
"Los que se lo cruzan pueden no advertir síntomas, pero lo cierto es que son bastante más frecuentes que hace tres años, cuando le detectaron la enfermedad", explicó Olé.
En los últimos años Daniel Passarella sonó para dirigir selecciones de países latinoamericanos como así también equipos de ignotos rincones de China, pero desde el entorno familiar reconocen que jamás fue una posibilidad. "Fue más ruido mediático que otra cosa", entienden ellos.
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El Kaiser, una de las cuatro personas en el mundo que fue jugador, entrenador y presidente de un mismo club, recibió la condena social tras el descenso del 2011 y jamás pisó de vuelta el Monumental. Aún espera la sentencia en la causa de malversación de fondos que es investigado, aunque fuentes indican que difícilmente lo encuentren culpable.