Con una dulzura aproximadamente 200 veces mayor que el azúcar, este aditivo se ha convertido en una opción común para satisfacer los gustos dulces. Actualmente, dos grupos de expertos de una agencia sanitaria internacional están llevando a cabo una evaluación exhaustiva de la evidencia disponible para determinar la seguridad del aspartamo.
El próximo 14 de julio se espera la declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) respecto a la posible relación entre el aspartamo, uno de los edulcorantes más ampliamente utilizados a nivel mundial, y el riesgo de desarrollar cáncer.
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Dos comités de expertos de renombre, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y el Comité de Expertos de la Organización Conjunta sobre Aditivos Alimentarios (JECFA), han estado investigando exhaustivamente esta cuestión para proporcionar una evaluación fundamentada.
La Autoridad de Seguridad Alimentaria Europea ante esto, comentó: "El aspartamo ha sido objeto de una investigación exhaustiva durante más de 30 años, incluidos los estudios con animales de experimentación, la investigación clínica, los estudios sobre su ingesta y epidemiológicos así como la vigilancia posterior a la comercialización".
Además agregó que: "Se ha comprobado que es seguro y está autorizado para el consumo humano desde hace muchos años y en muchos países después de evaluaciones exhaustivas de la seguridad".
En mayo, la OMS emitió una nueva recomendación que desaconseja el uso de edulcorantes no calóricos debido a su falta de eficacia para la pérdida de peso y los posibles riesgos asociados, como el aumento del riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad prematura en adultos.
Dentro de este grupo de edulcorantes ampliamente utilizados se incluyen el acesulfamo K, el aspartamo, el advantamo, los ciclamatos, el neotamo, la sacarina, la sucralosa, la stevia y sus derivados, los cuales deben ser evitados según la recomendación de la OMS.