Valeria Núñez Quevedo, una joven que emprendió un viaje en moto desde San Rafael hacia Alaska hace nueve meses, se encuentra en una situación complicada. Hace dos semanas, sufrió un accidente en Quito, Ecuador, que requirió una operación por una fractura de muñeca. Ahora, desea regresar a Mendoza para continuar su recuperación, pero la aerolínea Aerolíneas Argentinas le impide llevar consigo a su perra Uma, su fiel compañera de aventuras y animal de servicio.
Actualmente, Valeria y Uma están "varadas" en Buenos Aires, con un pasaje a Mendoza que no pueden utilizar. Asegura que, antes de adquirir el boleto, se comunicó con la aerolínea para confirmar que podía viajar con su animal en la cabina. "Me dijeron que sí, que solo tenía que enviar los certificados por correo electrónico. Compré el pasaje, pero luego no me permitieron volar con ella en cabina y me obligaron a enviarla en bodega", denunció Valeria.
La joven enfatizó la importancia de Uma en su vida, señalando que "es mi animal de servicio y es absurdo que no me dejen viajar con ella". A pesar de haber cumplido con todos los requisitos y presentado la documentación necesaria, Valeria se siente frustrada por la falta de respuestas claras. "Me dijeron que nunca permiten a los animales viajar en cabina, pero a mí me confirmaron que sí podría. He perdido cinco o seis días que necesitaba estar en San Rafael", expresó.
A pesar de estas dificultades, Valeria logró volar anteriormente desde Ecuador a Argentina con Uma sin inconvenientes. "No tuve problemas en esa ocasión. Además, Uma se comporta mejor que cualquier ser humano; por algo la elegí para acompañarme en mi viaje a Alaska, ella es parte de mi familia", comentó.
La joven también criticó la lentitud de la respuesta de Aerolíneas Argentinas, ya que esperó más de 24 horas para recibir una contestación a sus correos. El domingo, con solo tres horas antes del vuelo, recibió un correo indicando que estaban analizando la documentación, pero la respuesta definitiva nunca llegó y así perdió el vuelo.
Valeria ha explorado otras alternativas de transporte entre Buenos Aires y Mendoza, pero se ha encontrado con la misma negativa. "Me dicen que la reglamentación no lo permite, a pesar de que tengo el certificado de animal de servicio que es válido en Estados Unidos", apuntó.
Agradecida por el apoyo que ha recibido en las últimas horas, Valeria cuestionó las normativas vigentes. "Las regulaciones son obsoletas. Es absurdo considerar a un animal como un objeto y querer enviarlo en el compartimento de equipaje", sostuvo.
Frente a esta situación incierta, Valeria considera la posibilidad de quedarse en Buenos Aires y retomar su viaje hacia Ecuador. "Espero que las regulaciones cambien y que podamos evolucionar como sociedad, otorgando a los animales los derechos que merecen", concluyó.
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