El gobierno de Mendoza, a través de un decreto del gobernador Rodolfo Suárez asignó 12.000 hectáreas fiscales para que se concrete un proyecto turístico que promete generar empleo para más de 1000 personas en Malargüe. La empresa beneficiaria es El Azufre S.A., que desde hace años trabaja en ese sector de la provincia y que ahora cuenta con aval oficial para utilizar las tierras, donde anticipa que hará punta en el uso de energías renovables y plantará cientos de miles de árboles.
Para ubicarse mejor: el terreno se encuentra en el sur mendocino, muy cerca de la frontera con Chile y en mitad de la cordillera. El hecho de que se localice al sur y el oeste -a 2.400 metros sobre el nivel del mar, sobre el final de la Ruta 226- le permite recibir nevadas durante 5 meses al año, de ahí el entusiasmo de los inversores.
Así, el decreto 2.138 -que figura en el boletín oficial de este viernes 7 de enero- toma en consideración que la propiedad está en zona definida como "de frontera" y por lo tanto es de interés público fomentar allí la actividad económica y el asentamiento de pobladores.
En sintonía con esa definición, El Azufre venía presentando pedidos para que se les adjudicaran las hectáreas, argumentando que contaba con la cesión de derechos de quienes habitaron anteriormente aquellos parajes. "Desde la fecha de esas cesiones y hasta la actualidad, El Azufre ha mantenido la ocupación, realizando inversiones de infraestructura", explicó Suarez en su decreto.
De este modo, la firma consiguió los sectores 1 y 8 del Campo Potreros de Cordillera Norte, con una superficie de 5.639 ha y 6.452,34 metros cuadrados; más el sector 3 del mismo campo, que incluye a 6.712 hectáreas y 0.199,92 metros cuadrados.
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La cesión se basa en varias leyes, entre ellas la 18576, que dispone como un objetivo del Estado “crear las condiciones adecuadas para la radicación de pobladores, mejorar la infraestructura y explotar los recursos naturales” en territorios fronterizos, fomentando “la radicación de habitantes argentinos nativos, naturalizados y extranjeros con probado arraigo al país y de reconocida moralidad”.
Como puede verse en las imágenes, el área posee una enorme potencia paisajística, y además -aseguran- ofrece una temporada invernal que se extiende entre junio y octubre. Es decir que seducirá a esquiadores y no esquiadores por igual.
La empresa asegura que, "al no haber puesteros registrados", es un sitio ideal para empezar a construir un resort que ayudará a motorizar la alicaída economía de Malargüe, cuyas autoridades vienen protestando por los impedimentos para hacer minería y, más recientemente, por las dudas alrededor de la construcción de la represa Portezuelo del Viento