Durante las últimas horas de la tarde del jueves -15 de setiembre de 2022- se conoció la condena por el primer travesticidio en la provincia de Mendoza, una figura más mediática que legal debido a la trascendencia que obtuvo por las características del caso que conmovió, especialmente, al colectivo vinculado con la mentada profesión más antigua del mundo.
Y la condena estuvo a cargo de una funcionaria de la Justicia mendocina, Nancy Lecek, que cobró notoriedad durante otro de los juicios más sonados en la provincia cuyana, acontecido en la Zona Este de Mendoza, en el departamento de General San Martín, el caso de José Luis Bolognezi. Por esos días, Lecek, fue la fiscal a cargo en el juicio celebrado en el Salón del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de San Martín.
Esta vez, el policía Darío Cháves Rubio, fue condenado a prisión perpetua por el crimen de Melody Barrera, una travesti de 27 años, quien fue asesinada en agosto de 2020 en el departamento mendocino de Guaymallén.
Luego de diez horas de deliberación, un jurado popular le informó a la jueza técnica, Nancy Lecek, que Rubio fue encontrado culpable por el travesticidio y por ello recibirá la pena máxima otorgada en el país.
Alrededor de las 22 del jueves cuando la jueza dio el veredicto, sostuvo que el agente que trabajaba en la comisaría 34ª de Godoy Cruz es responsable de “homicidio agravado por odio a la expresión de género o identidad de género (travesticidio), en concurso ideal con homicidio agravado por la condición de sujeto activo, por alevosía y ensañamiento, y agravado por el uso de arma de fuego”.
Melody fue asesinada de seis balazos disparados desde un auto en la calle Correa Saá y Costanera en Guaymallén.
Así mató a Melody
Según se pudo corroborar en el juicio, Cháves Rubio estaba en su Volkswagen Bora circulando por la zona para contratar servicios sexuales, algo que las otras trabajadoras relataron que era común en el policía.
Luego de que Barrera subió al auto al aceptar el trabajo, algo sucedió dentro por lo que ella le tiró gas pimienta y se bajó del rodado sin mediar palabra.
Tras el episodio Cháves Rubio se fue en contramano del lugar y a los pocos metros se detuvo para lavarse la cara en una canilla pública ante la molestia que tenía en los ojos por el gas pimienta.
Allí se encontró con un conductor de Cabify donde le expresó su malestar por lo sucedido: “Estos travestis de mierda me tiraron gas pimienta, voy a buscar un arma para cagarlo a tiros”.
Ese relato sucedió 3:23 y a las 3:53 de ese sábado las cámaras de seguridad muestran cuando el agente policial regresó a la zona, vio a Melody y le propinó seis disparos desde adentro del auto, cinco de ellos por la espalda.
“La sorprendió por la espalda y le disparó”, sostuvo la fiscal Lazo.
Inmediatamente después de disparar contra Barrera, Cháves Rubio escapó del lugar en su auto y, en el juicio, las compañeras de Melody señalaron que estuvo agonizando 35 minutos a la espera de que llegara la ambulancia y la Policía, pero que lamentablemente murió por los impactos de bala en casi todo su cuerpo.
“Estuvo agonizando 35 minutos, desangrándose y no pude estar a su lado y decirle ´Acá llegó mamá”, expresó con dolor la madre de Melody, quién declaró también en la causa.
La Organización no Gubernamental (ONG) de Derechos Humanos Xumek celebró la sentencia y en sus redes, junto a una foto de Melody, expresaron: “¡Se hizo justicia!. Destacamos la lucha del colectivo travesti-trans durante este proceso, porque la salida siempre es colectiva. Melody Barrera presente, ahora y siempre!”.