Guaymallén se despide de un periodo marcado por la transformación y el compromiso, mientras Marcelino Iglesias cede la intendencia después de dos períodos consecutivos. Su sucesor, Marcos Calvente, asume el desafío de dar continuidad al legado dejado por Iglesias. La transición refleja el fin de una etapa y el inicio de una nueva era para el departamento.
En una emotiva carta de despedida dirigida a los vecinos de Guaymallén, Iglesias reflexiona sobre los ocho años al frente de la Municipalidad. Desde su elección en 2015, destacó la necesidad de cambiar la lógica y los valores que regían la administración municipal. Sin enumerar logros específicos, Iglesias resalta la importancia de desterrar el populismo como una "lacra social" que obstaculiza el desarrollo y fomenta la corrupción.
"Esta transformación implicó fundamentalmente desterrar de todas las áreas municipales, y que se reflejaba en los actos de gobierno, esa auténtica lacra social que es el populismo", expresó Iglesias en su carta.
El Intendente reconoce los desafíos encontrados en el camino y la necesidad de corregir errores, pero destaca el compromiso con los valores de transparencia, respeto, austeridad y el cumplimiento de la palabra empeñada. Estos principios, según Iglesias, fueron fundamentales para el éxito de su gestión y la mejora sustancial de los servicios públicos en Guaymallén.
"En ese camino, que emprendimos juntos, hubo aciertos y errores. Tratamos de profundizar los primeros y corregir los segundos. Aún en los momentos más difíciles tuvimos la certeza del rumbo y lo mantuvimos hasta el final", afirmó Iglesias.
El exintendente agradece a los vecinos por haber confiado en los proyectos y sueños compartidos durante su mandato. "Hoy me toca despedirme de ustedes, los vecinos de Guaymallén, mis mandantes; y agradecerles profundamente haber confiado, una y otra vez, en el camino, los proyectos y los sueños comunes que supimos construir", concluye la carta.