En estos días trascendió la intención del Gobierno de Javier Milei de instaurar la denominada “propina digital”, una forma que le garantizaría a los trabajadores no sólo el cobro de un adicional a su salario, sino también una manera de regularizar este tipo de transacciones, históricamente informales.
La intención, según lo trascendido, es que a través de un DNU firmado por el presidente Javier Milei, se le dé “fuerza de Ley” a una iniciativa que se basa en un proyecto que a principios de marzo pasado presentó el diputado nacional mendocino, Julio Cobos, pero que desde el principio contó con fuerte apoyo de sus pares y -al parecer- también del Gobierno.
Quienes también lo ven beneficioso son los propios trabajadores gastronómicos. Así lo confirmó a Radio Jornada el secretario general de UTHGRA Mendoza (Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos), Humberto Montivero.
“Vemos que la iniciativa es buenísima”, enfatizó el sindicalista quien consideró además que están en pleno acuerdo con “que se ponga en la factura” el monto que el consumidor quiera destinar para reconocer la tarea de quienes le prestaron el servicio.
En el programa “Lado A”, Montivero, recordó que años atrás, y por medio del ex diputado Guillermo Pereyra (ex secretario general del Centro de Empleados de Comercio), UTHGRA avanzó en un proyecto similar, pero “sin éxito”.
Por eso aplaudió esta nueva incursión, aclarando que la propina “no tiene nada que ver con el básico o el sueldo, sino que es algo que se gana el mozo o el cocinero con su trabajo”. En tal sentido quiso dejar en claro que la propina “debe llegarle al mozo pero también a todos los demás trabajadores”, como cocineros, parrilleros, etc. Es decir, todos los que intervienen en el proceso de servir un plato (o algún otro producto) al consumidor final.
También destacó que la iniciativa debe implementarse “sin impuestos, como corresponde”.
Precisamente esa situación legal es la que debe trabajar el Ejecutivo para garantizar el cobro de la propina (que por costumbre ronda un 10% del valor total de lo consumido) a través de billeteras digitales, tarjetas de débito o crédito. Y para que también pueda figurar en el tique de compra final, pero sin que se le descuente al trabajador lo que recibe por este concepto.
“Es importante que no se cobren impuestos en este monto y le debiten a los empresarios la parte de los laburantes”, completó en esa línea el gremialista, que al mismo tiempo reclamó que exista mayor “control” de parte del Estado y de las partes involucradas.
Sin lugar para los “picarones”
De concretarse esta modalidad, sin dudas el control será fundamental. Sobre todo para garantizar que los trabajadores cobren todos.
En ese sentido, Montivero recordó la existencia del “laudo gastronómico”, una polémica medida que tomó en 1946 Juan Domingo Perón, que eliminaba las propinas individuales, a cambio de un “sistema de retribución colectiva” que dejaba directamente un porcentaje de lo ingresado a todos los trabajadores.
Ese sistema desapareció en 1980, durante el final del gobierno del militar Jorge Rafael Videla (Decreto-Ley 22.310).
“Con ese laudo todos recibían un porcentaje. Lo que pasa es que los argentinos somos muy ‘picarones’”, señaló Montivero, marcando la necesidad de adecuados controles con lo que venga. “Con el laudo se armaban dos libros contables, uno para la AFIP y otro que se quedaban los trabajadores”, lanzó, en modo crítico.
“Tiene que poner mano dura el Gobierno y la Secretaría de Trabajo”, añadió, apuntando al control eficaz necesario.