El propósito de controlar la mosca del Mediterráneo en los cuatro oasis productivos de la provincia y alcanzar reconocimientos internacionales en esta materia está asociado no solamente al objetivo de mantener importantes mercados internos para la producción local sino también a la posibilidad de realizar exportaciones que no impliquen tratamientos cuarentenarios y que garanticen al país comprador la ausencia de una plaga agrícola determinada.
Actualmente, los oasis Norte y Este de Mendoza cuentan con el estatus sanitario de Áreas de Escasa Prevalencia de la plaga. Es decir que la plaga misma está presente, pero por debajo del nivel de daño económico, mientras que el Valle de Uco y el Oasis Sur son reconocidos internacionalmente (USDA-EEUU/ SAG-Chile/China) como Áreas Libres de moscas de los frutos.
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Por este motivo, estas zonas se constituyen como importantes puntos de exportación para empresas locales que acceden a los mercados más complejos en materia de sanidad y calidad agrícola.
El control de la mosca del Mediterráneo en Mendoza
En la provincia, el Iscamen es el organismo encargado de su control mediante la aplicación de la técnica del insecto estéril (TIE), que consiste en la cría masiva, esterilización y posterior liberación al medio ambiente de ejemplares machos esterilizados de mosca del Mediterráneo, los que al cruzarse con hembras fértiles no dejan descendencia.
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Esta técnica se complementa con acciones de control químico: aspersión de insecticida ceboproducto orgánico específico; control cultural: recolección y destrucción de frutos hospederos en áreas de detección de focos de la plaga, y de control legal, como el Sistema Integral de Barreras Sanitarias para impedir el ingreso de plagas agrícolas que se controlan en la provincia o no están presentes y cuya introducción puede comprometer el patrimonio agroecológico mendocino.