La Ciudad, como Capital Internacional del Vino, propone atractivas actividades para que mendocinos y visitantes puedan disfrutar de nuestra bebida emblema, conociendo, a su vez, el departamento y su historia. Así, el pasado viernes 19 de enero tuvo lugar San Martín y el Vino, y Maridaje de Sentidos, el sábado 20, con un circuito sensorial único.
El clásico juego del General con sus amigos tomó vida en la Casa de San Martín, dando apertura a uno de los eventos más interesantes de la capital. La experiencia sensorial de una cata a ciegas, en esta ocasión, se dio con los vinos de “Morirse de Amor”.
Los tres vinos que se hicieron presentes fueron:
- Extra Brut, Champenoise (Chardonnay 50%, Pinot Noir 50%).
- Tinto, Assemblage (Malbec 40%, merlot 30%, Petit Verdot 20%, Cabernet Sauvignon 10%).
- Blanco, Assemblage (Chardonnay 70%, Viognier 12%, Sauvignon Blanc 10%, Torrontés 8%).
“Morirse de Amor” es un proyecto personal de Omar Araujo; en el cual depositó diferentes conocimientos y pasiones para elaborar el vino que más le gusta. Se trata de una bebida con persistencia, cuerpo y una búsqueda incansable por mejorar y conquistar nuevos mercados. La degustación dirigida hizo descubrir a los asistentes estos vinos mendocinos emblemáticos.
Maridaje de Sentidos se presentó con su novedoso recorrido sensorial por diferentes puntos que hacen a la identidad de los mendocinos: la historia, el vino y el oasis. La propuesta se llevó a cabo el sábado, con el paso de los asistentes por tres estaciones situadas en las inmediaciones de la municipalidad.
El circuito guiado visitó en primera instancia la Pinacoteca Sanmartiniana y luego la Sala del Vino, en donde se conoció más sobre nuestra bebida nacional y Ciudad del Maridaje. Allí, se disfrutó de una degustación dirigida con exquisitos vinos de “Finca Flia. Robles”, a cargo de Bartolomé Robles. Los presentes pudieron deleitarse con “Nativus”, un increíble vino rosado de uva criolla 100% Canela 2022 (vino de tonos rojizos, expresivo en nariz y boca, con notas florales, frescas y cítricas), acompañado de un maridaje de quesos, frutos secos y salazones.
La Terraza Jardín Mirador Arq. Gerardo Andía fue el ultimo paraje, con las mejores postales del oasis mendocino. En esta última estación, la combinación del paisaje fue con “Cephas”, un generoso vino blanco de uvas criollas de Pedro Gimenez 2018, de color verde perlado con matices amarillos, aroma floral y citrico.