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El ganador del Boulevard del café nos introduce en el fascinante mundo de esa infusión

El fin de semana se realizó el tradicional encuentro del café en la Ciudad de Mendoza, donde más de 15 mil personas se acercaron para conocer la cultura del café. Jerónimo Osorio, de Shelby Café, ganó el campeonato de arte latte y en radio Jornada nos brindó una clase magistral.

05/08/2024 21:35
Más de 15 mil personas se acercaron para conocer la cultura del café. Jerónimo Osorio de Shelby Café ganó el campeonato de arte latte.
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Quién no se ha tomado un café o cafecito.

En la casa, en el trabajo, solo o con un amigo, compartiendo penas o alegrías.

Siempre como punto de encuentro el café está presente en nuestras vidas. Este fin de semana se concretó el tradicional encuentro que promueve la cultura de esta infusión impulsado por la municipalidad de la Ciudad de Mendoza, el popular Boulevard del Café.

El encuentro, además de mostrar los secretos de la bebida, también dejó un ganador de arte latte, Jerónimo Osorio, que empezó como mozo y luego se apasionó por el mundo del café y el arte latte y hoy es uno de los más importantes especialistas en la materia.

Pero empecemos por el principio, el café es la bebida que se obtiene mediante el percolado de agua caliente a través de los granos tostados y molidos de los frutos de la planta del café (cafeto)​ es altamente estimulante por su contenido de cafeína,​ una sustancia psicoactiva. Es uno de los productos más comercializados a nivel mundial, además de estar entre las tres bebidas más consumidas por el ser humano (junto con el agua y el té).

Los cafetos son arbustos de las regiones tropicales del género Coffea, de la familia de los rubiáceos. Tienen hojas persistentes y opuestas y bajo un poco de sombra crecen mejor. Necesitan temperaturas suaves. Comúnmente se cultivan en las regiones tropicales y ecuatoriales, donde siempre es primavera o verano.

Bien ahora a lo que nos interesa. ¿Qué buscamos cuando queremos un buen café?

Jero nos da una amplia explicación sobre el tema en el programa “Lado A” en radio Jornada (FM 91.9) donde nos explicó que “el café tiene más de 300 descriptores de aroma y de sabor. Podes encontrar notas frutales, florales, dulces, cacao, frutos secos”, señaló.

“La intensidad tiene que ver con la forma de prepararlo. Un expreso es más concentrado mientras que un filtrado en la casa de la máquina eléctrica es un café más diluido, más largo. Pero, a su vez, cada grano tiene sus características. Hay granos que vienen de un origen, hay granos que vienen de un proceso de beneficios, es decir, cómo separamos esta fruta de la que utilizamos la semilla que es la que pasa por procesos agroindustriales hasta que llega al tostadero, se muele y se prepara. Detrás de una taza de café dice un refrán que hay 200 pares de manos que lo trabajaron”, explicó

En la más que interesante charla descubriendo facetas impensandas dijo “el sabor del café viene de tres lugares uno es terrenuño, el lugar del mundo específico donde crece, la humedad, conqué comparte suelo, el tipo de suelo, la altura es también muy importante, todo esto hace un lugar único. Todo esto hace que el café de un lugar sea único”, señaló.

Agregó “después tenemos la parte genética que es la parte de la variedad, hay distintas variedades naturales o elaboradas en laboratorios. El tercer punto es el procesamiento que es la forma en que vamos a retirar la semilla de la fruta. De estos hay tres básicos y siempre depende en qué etapa de la fruta llega al sol o al secado: el natural y el despulpado, entre otros”.

Habló de la importancia de la temperatura a la hora de servir el café “en proceso de cata se prueba solo café y se prueba caliente a más o menos 65 grados de ahí para bajo temperatura media y frío porque en cada temperatura encontramos sabores y aromas diferentes”, sostuvo y agregó “para servirlo se prepara con agua casi hirviendo pero cuando uno lo toma está a 65-70 grados”.

Y así siguió como una enciclopedia de la materia o una máquina de tirar datos.

Lo cierto es que a esta altura de la nota ya me dieron ganas de tomar un cafecito así que, después de esto, solo se puede decir “para mí un cortado” y, cerrame la ocho.

 

 

 

 

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