Hace más de cuatro décadas que un tren no cruza la Cordillera de los Andes y acaba de reflotarse un ambicioso proyecto para unir los sistemas ferroviarios de la Argentina y Chile que fue ideado hace 135 años y sería clave para el desarrollo de Vaca Muerta.
Se trata del Ferrocarril Trasandino Sur, una idea que fue acuñada en 1889 para unir la ciudad de Concepción, Chile, con el Ramal ferroviario Bahía Blanca-Neuquén-Zapala enlazando los puertos de Ingeniero White, Talcahuano y San Antonio Oeste a través del Paso cordillerano de Pino Hachado, aunque en la actualidad este cruce se realizaría entre Covunco-Paso Mallín Chileno.
La viabilidad de este proyecto volvió a cobrar vida por estos días con las declaraciones de funcionarios de la Argentina y de Chile, quienes deslizaron en la previa de la próxima Feria Oil & Gas, que se realizará en Neuquén del 23 al 25 de octubre que están pensando en un “sistema bimodal de transporte” entre ambos países.
En ese contexto una comitiva chilena encabezada por el ministro de Economía, Fomento y Turismo del país trasandino, Nicolás Grau, llegará a Neuquén para reunirse con representantes del sector público y privado argentino vinculados a la infraestructura y los hidrocarburos y también para analizar la viabilidad de reflotar la idea de poner en marcha el Tren Trasandino Sur.
Quién los espera de este lado de la Cordillera de los Andes es el ministro de Infraestructura de la provincia de Neuquén, Rubén Etcheverry, quien en declaraciones a la prensa destacó: “Nosotros nos queremos enfocar en especial en el transporte bimodal; este proyecto del Ferrocarril Trasandino del Sur tiene más de 130 años. Queremos dar el primer paso, no seguir idealizando sino comenzar con las primeras pruebas del transporte bimodal uniendo los dos océanos: el Pacífico con el sistema productivo de Talcahuano, con San Antonio o Bahía Blanca en la Argentina, sobre el Atlántico”.
Cómo es el plan para reactivar el Ferrocarril Trasandino del Sur
El plan para reactivar el proyecto del Ferrocarril Trasandino del Sur consta de dos etapas, según trascendió: la primera es a corto plazo y busca utilizar los dos servicios de tren (argentino y chileno) para transportar mercancías lo más cerca posible de la Cordillera de los Andes y en una etapa inicial montar una estación de transferencia que esté operada por camiones y puedan mover las mercancías de ferrocarril a ferrocarril.
La segunda, mucho más ambiciosa y a largo plazo, pretende que los tendidos ferroviarios de ambos países lleguen hasta la frontera argentina-chilena en la cordillera y que las formaciones puedan atravesar esta geografía y continuar operando en el país vecino.
Oscar Ferrel, jefe de la División de Infraestructura y Transporte de Chile detalló el plan en declaraciones a la prensa trasandina al destacar que se prevé “una estación de transferencia respecto de la cual estamos buscando la mejor ubicación, pero debiera ser entre Los Ángeles y Negrete, por el eje de la Ruta 5 en la región del Bio Bio, dónde pueden llegar los camiones: ahí se puede aprovechar toda la infraestructura ferroviaria de la zona”.
Y agregó: “Así pensamos en el tren trasandino como una opción de largo plazo, pero intentar en el corto plazo establecer un centro de transferencia donde llegue la carga trasandina y se pueda consolidar para irse en tren a partir de la infraestructura actualmente ejecutada”.
Un detalle a tener en cuenta es que desde el lado argentino aún restan realizar muchas obras de infraestructura para que esto pueda ocurrir, entre ellas una de las más importantes es acondicionar el tendido de vías férreas entre la Ciudad de Neuquén y Zapala, que tiene un costo estimado de unos 400 millones de dólares.
Para resumir, el proyecto del Ferrocarril Trasandino del Sur busca unir las localidades de Bahía Blanca, en Argentina, con Concepción, Chile, pasando por las ciudades argentinas de Roca, Neuquén y Zapala y del lado chileno por Icalma, Victoria y Los Ángeles, siendo fundamental para el transporte de los hidrocarburos generados por Vaca Muerta, una región energética clave de la Argentina.
Los tiempos gloriosos cuando el tren cruzaba la Cordillera de los Andes
El hecho de que un tren pueda cruzar la Cordillera de los Andes no es algo nuevo: de hecho, las obras para que el Tren Trasandino Los Andes-Mendoza que unía a la Argentina con Chile comenzaron a realizarse en nuestro territorio en el año 1872.
Una vez finalizada la construcción del lado argentino y chileno se inauguró este ambicioso Ferrocarril que realizó su viaje inicial hace 114 años -el 5 de abril de 1910- y durante 74 años conectó las ciudades de Mendoza (Argentina) y Los Andes (Chile).
En total este tren recorría 248 kilómetros y era fundamental para la conexión entre ambos países a nivel turístico y comercial. Durante su época de esplendor trasladó a cientos de miles de pasajeros hasta que el conflicto diplomático que sostuvieron Argentina y Chile por el Canal de Beagle en 1978, que casi deviene en una guerra provocó que se cerrara el tramo internacional del Ferrocarril Trasandino el Sur.
El denominado tren trasandino continuó operando seis años más del lado argentino hasta 1984 y luego fue discontinuado, por lo que su material férreo y rodante quedó en desuso y se deterioró y nunca se volvió a reactivar el servicio.
Hoy la Argentina cuenta con un sólo tren internacional que une la ciudad de Posadas con Encarnación, en Paraguay. Es un servicio que demora apenas 8 minutos y que cruza el puente San Roque de Santa Cruz para llegar a destino.
El proyecto del Ferrocarril Trasandino del Sur pretende sumarse a esta lista, aunque lo cierto es que por el momento el proyecto es muy incipiente y habrá que ver cómo se termina desarrollando en los próximos años para ver la viabilidad del mismo.