Un megaproyecto que involucra a la Argentina, China y Chile cobró nuevo impulso y tendrá un impacto directo en Neuquén y en la economía de toda la Norpatagonia. El desafío es más que ambicioso y concreto: unir el Atlántico y el Pacífico a través del ferrocarril. Una iniciativa que tiene una larga historia propia, de más de 100 años.
Se trata del Ferrocarril Trasandino del Sur, que obtuvo sus primeros ‘pulgares arriba’ (oficiales) por parte de los presidentes Alberto Fernández y Sebastián Piñera de Chile, pero que aún le queda un largo trecho por delante. El fundamental: obtener un aval de varios cientos de millones de dólares para su financiamiento.Los fondos provendrán de manos chinas, se espera, y pese a los anuncios reiterados -que vienen en danza desde hace años-, en la fase actual autoridades nacionales y provinciales se muestran expectantes y confían que el proyecto podría salir a licitación durante este año.
La iniciativa apunta a dotar de una línea logística moderna para ofrecer una alternativa de transporte de cargas a la actividad gasífera y petrolera, principalmente, que mueve la aguja en la economía regional y nacional. Pero también será de provecho para otros actores de las economías regionales. Incluso, en un futuro, se aseguró, existe interés de ofrecer un servicio para pasajeros.
Es un proyecto complejo que, de concretarse, se haría en etapas que llevarán al menos tres años de labor sostenida.
El objetivo es restaurar por completo la actual traza de los ferrocarriles, que atraviesan numerosas ciudades neuquinas -en algunos tramos muy deterioradas- realizar obras nuevas en tramos inexistentes, y adquirir nuevos equipamientos ferroviarios.
La vecina provincia de Río Negro, inclusive, no quedaría afuera del ambicioso plan y, en una futura etapa, podría vincularse con el puerto de San Antonio.
El Trasandino fue incluido, como uno de los temas salientes, en la última reunión binacional entre los gobiernos de Argentina y Chile y recibió un potente espaldarazo, posteriormente, al ser uno de los puntos anunciados por los presidentes Fernández y Piñera.
LM Neuquén tuvo acceso a los detalles del proyecto y los principales números que sustentan la columna vertebral del Trasandino del Sur que conectará los puertos de Bahía Blanca (Argentina) y Talcahuano (Chile).
Prevé la restauración y reconstrucción de los tramos de Ferrocarril General Roca, en la provincia del Neuquén desde Neuquén capital hasta Cutral Co, Plaza Huincul y Zapala (Zona Franca). En esta región se promueve la construcción de tramos nuevos desde Challacó/Plaza Huincul hasta Loma Campana, Añelo y Rincón de los Sauces, epicentro de Vaca Muerta, asiento de una de las reservas de gas y petróleo más importantes del mundo.
La vinculación con el sistema ferroviario chileno, a partir de la construcción del tramo Zona Franca Zapala hasta el Paso Mallín Chileno, punto de encuentro con las vías férreas a construir por parte de Chile, desde Curacautín y Lonquimay, puntas de rieles del ferrocarril a los puertos chilenos del Pacífico (entre otros, Concepción y Talcahuano).
Buscará concentrar el desarrollo de la región Norpatagónica (Río Negro y Neuquén, la Cuenca Neuquina de Gas y Petróleo con Vaca Muerta) como epicentro del interés del mundo en transportar productos, equipamientos e insumos, de ida y vuelta, la Zona Franca de Zapala, y el crecimiento de la producción minera, industrial y agropecuaria del corredor.
También potenciar un sistema logístico para ofrecer una alternativa y achicar los altos costos de fletes actuales.
La vinculación del Atlántico y el Pacífico permitirá que los países del Asia pueden aportar insumos y recibir productos de Sudamérica
“El puerto de Bahía Blanca y también el de San Antonio Este serán sin dudas canales de exportación de la producción argentina y chilena de esa latitud a Brasil, Europa y los EEUU”, destacaron los funcionarios neuquinos consultados.
Se estima que se podrían intercambiar entre Argentina y Chile por este sistema unos 5 millones de toneladas de diversos productos (cereales, que hoy se transportan por vía marítima, insumos, arenas y equipamiento para el petróleo, fertilizantes, mejoradores de suelo, combustibles, gas licuado y equipamientos).
Ingeniería y factibilidad
Un estudio sobre “la ingeniería básica” y de factibilidad del proyecto se desarrolló desde la Agencia de Inversiones de Neuquén, que encabeza José Brillo, y la Cámara Ferroviaria (CASDIF), principalmente.
En los últimos días, hubo diversos encuentros con funcionarios provinciales e intendentes de algunas ciudades neuquinas para analizar la iniciativa en terreno y comenzar a debatir los puntos que aún generan dudas.
José María Cisternas, presidente de CASDIF, confió a este medio que el proyecto “está muy avanzado. La autorización del crédito va a tramitarse en febrero y después vendría la licitación. Si se cumplen los plazos, la obra podría comenzar a concretarse a fines de año”, adelantó.
Cisternas sostuvo que el megaproyecto contempla una inversión del orden de los 800 millones de dólares y prevé la restauración al 100 por ciento del sistema actual.
Sin embargo, una de las principales problemáticas que se encuentra en el camino, es el estado actual de las vías.
“Hoy las trazas están muy deterioradas (porque) Ferrosur no ha cumplido su plan de inversión”, advirtió el titular de la Cámara Ferroviaria Argentina.
Fuente: LM Neuquén.