Redacción Jornada
Si hay alguien que nunca pasa indiferente en el recorrido de la historia Argentina, es Evita.Con pasiones encontradas, pero siempre presente
Eso ocurre en estos días al conmemorarse un nuevo aniversario de la muerte de María Eva Duarte de Perón fallecida el 26 de julio de 1952 en Buenos Aires cuando sólo tenía 33 años.
Evita María nació en la localidad bonaerense de Los Toldos el 7 de mayo de 1919. Hija de Juana Ibarguren y Juan Duarte, “Evita” como se la conocería años más tarde, se mudó a Buenos Aires con tan sólo 15 años y con el deseo de convertirse en actriz.
En 1944, luego de haber conseguido desarrollarse dentro del mundo artístico, el rumbo de su vida dio un giro de 180 grados cuando conoció a Juan Domingo Perón, quien dos años más tarde se convertiría en su esposo y presidente de la Nación.
En enero de ese año el país estaba conmovido por el terremoto que el día 15 de ese mes había destruido la ciudad de San Juan, dejando un saldo de más de 7.000 muertos y la virtual desaparición de la edificación en la capital provincial cuyana.
El gobierno de facto del general Pedro Pablo Ramírez organizó el socorro a los damnificados. El coronel Juan Domingo Perón tomó a su cargo la campaña solidaria y en pocas semanas logró recaudar más de doce millones de pesos.
El gobierno militar, surgido del golpe de Estado que el 4 de junio de 1943 derrocó al conservador Ramón Antonio Castillo, prometió que la histórica ciudad será reconstruida y efectivamente así se hizo, aunque las tareas llevarían años hasta su terminación.
En ese marco, aquel sábado 22 de enero de 1944 se realizó un gran festival en el mítico estadio Luna Park para recaudar fondos para socorrer a las víctimas del sismo de San Juan.
Fundado por Ismael Pace y José Lectoure en 1931, el estadio Luna Park fue testigo de numerosos acontecimientos en el siglo XX. Escenario de grandes combates de boxeo y también de grandes recitales artísticos, y donde se velaron los restos de Carlos Gardel y Ringo Bonavena.
Hay varias versiones sobre quien le presentó al coronel de 48 años la actriz de 24, una de ellas dice que Roberto Galán, que hasta muy avanzada edad conducía en la televisión un programa que se llamó “Si lo sabe cante”, era entonces un joven audaz que ya daba sus primeros pasos en la profesión y fue el presentador en el festival del Luna Park. Según cita Alicia Dujovne Ortiz en su libro Eva Perón, la biografía, Galán le contó que fue él quien realizó el “enganche”.
Ahí comenzó la historia de amor que más incidencia tuvo en la historia política argentina del siglo XX: la de Juan Domingo Perón y María Eva Duarte.
En su rol de primera dama, Evita reclutó a mujeres de distintos estratos sociales hasta lograr la consolidación de la rama femenina dentro del peronismo, movimiento a través del que militó distintas causas sociales, entre ellas por la obtención del voto femenino.
Su vida fue intensa, pero se apagó prematuramente a los 33 años, producto del cáncer. Pese a esa temprana muerte, su figura trascendió como la de una de las máximas luchadoras por las causas populares que tuvo el país, lo que da pie a permanentes evocaciones.
Se convirtió en la mujer más importante de la historia argentina en el siglo XX, tuvo en sus manos el poder y la gloria.
Eva Perón despertó la idolatría entre los sectores más postergados, que llegaba en ocasiones a la devoción más profunda. Quizá en la misma proporción, pero en sentido inverso, Evita fue el blanco de las peores reacciones de las clases dominantes al verse comprometidos sus privilegios de clase.
El cadáver de Evita estuvo secuestrado por 15 años después de su muerte. “Cuando quisieron borrarla, sus enemigos se encargaron de convertirla en un mito, de que fuera inmortal y aunque hoy en día hay más consenso sobre su importancia, esa tensión se mantiene.
De Evita se recuerdan frases como “nuestra patria dejará de ser colonia o la bandera flameará sobre sus ruinas” y “el capitalismo foráneo ha podido comprobar que no hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos”.
Evita tuvo un papel protagónico en la vida pública cuando las mujeres estaban confinadas al hogar. Lideró la campaña para la aprobación del voto femenino y dedicó parte de su gestión a consolidar derechos de las mujeres y los niños.