Por la rápida recuperación del precio internacional, que hoy supera los 40 dólares, y el deslizamiento cambiario, petroleras plantearon al gobierno la necesidad de aumentar el precio en surtidor. Las empresas saben que es complejo mover el precio en surtidor en medio de la crisis.
El Brent tocó su precio más bajo del año el 21 de abril cuando llegó a cotizar a 19,33 dólares. Unas semanas antes el gobierno había empezado a discutir el establecimiento de un precio sostén, que finalmente se oficializó formalmente un mes más tarde, el 19 de mayo, fijando un precio del crudo Medanito de 45 dólares.
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Cuando el decreto 488/20 se publicó en el Boletín Oficial, el Brent (la referencia del barril en Europa) aún valía menos que 30 dólares. La mayoría de los analistas internacionales proyectaba que el precio navegaría en esa banda por varios meses para orillar los 40 dólares recién hacia fines de 2020. Sin embargo, a contramano de la mayoría de los pronósticos, ese proceso se aceleró.
El Brent cotiza desde hace una semana por arriba de los 43 dólares. Y si bien en medio de la pandemia es imposible asegurar que se establecerá en ese valor, la tendencia parece ser estable. Una vez más, el dinamismo del escenario petrolero adelantó una agenda que el gobierno aspiraba a retomar recién durante el último trimestre del año.
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Es que con el Brent cómodamente instalado arriba de los 40 dólares y el dólar oficial en 75 pesos, un 20% más que en enero, puertas adentro del gobierno se empezó a plantear una eventual actualización del precio de los combustibles en agosto o septiembre.
De los insumos estratégicos que marcan el ritmo de la economía, las naftas y el gasoil fueron los únicos que no aumentaron en lo que va del año. La última suba se concretó a principios de diciembre de 2019 en el epílogo del gobierno de Mauricio Macri.
“El barril criollo sirvió para atajar el peor momento de la crisis del petróleo, cuando los precios cayeron por debajo de los 20 dólares. No esperábamos que el Brent rebote tan rápido, pero con estos precios internacionales el próximo paso es lograr un esquema en el que el petróleo cueste en la Argentina lo mismo que la paridad de exportación”, explicó a EconoJournal el presidente de una petrolera.
¿Qué implicaría eso?
Con el Brent en torno a los 43 dólares, las productoras de la cuenca Neuquina están cerrando exportaciones para agosto a un precio de entre 39 y 40 dólares (Brent con un descuento de -4 dólares). En abril se exportó crudo con un descuento superior a los 10 dólares. “En mayo eran pocos los que creían que sería viable exportar crudo de Vaca Muerta casi a 40 dólares. Hoy, a partir de la eliminación de las retenciones, podemos pensar en exportar a Brent menos 3 o 4 dólares”, reconocieron desde otra productora con activos en Neuquén.
Surtidor
Fuentes del sector de refinación calculan que para poder reconocer en el mercado interno un precio de 40 dólares para el crudo local, es necesario aumentar el precio del gasoil en surtidor al menos un 7 por ciento.
En esa clave, las refinadoras —con YPF a la cabeza— la solicitaron al gobierno elaborar un sendero que permita ir actualizando los precios de los combustibles durante lo que resta del año. El aspiracional es validar políticamente un aumento antes de octubre.
Para YPF es una medida prioritaria para mejorar sus finanzas, pero al margen de eso, también lo es para asegurar el abastecimiento del mercado interno de combustibles (pese a la caída de la demanda local, esta semana fue necesario importar 60.000 m3 de gasoil para el parque eléctrico porque no hay más stock en las refinerías locales). Sin embargo, por ahora cerca del presidente Alberto Fernández afirman que no está definido qué hacer.
Acuerdo común
El primer paso es consensuar un acuerdo entre productores y refinadores que obtenga consenso mayoritario. La Secretaría de Energía, que dirige Sergio Lanziani, buscará en las próximas semanas articular con las empresas un acuerdo común. Esa fue siempre la idea del Ejecutivo, que aspira a que sea la industria la que salde la discusión de precios. Así lo adelantó Juan José Carbajales, subsecretario de Combustibles, en una entrevista con EconoJournal la semana pasada.
Provincias petroleras
Si bien fueron las principales impulsoras del barril criollo con Neuquén a la cabeza ya que de ese modo se garantizan el cobro de regalías sobre un valor de 45 dólares, las provincias productoras ahora enfrentan un dilema porque son relativamente pocas las operaciones que se han efectivizado a ese valor. De hecho, son varias las petroleras que, ahora que no hay retenciones y la cotización internacional comenzó a recuperarse, optaron por exportar el crudo Medanito y pagan regalías sobre el precio al que efectivamente vendieron, unos 38 dólares (cotización Brent menos 5 dólares), y no sobre un valor de 45 dólares.