Desde tiempos inmemoriales los residuos son un problema para el mundo. El avance en presentaciones, materiales más baratos pero de alto impacto ambiental son usados mundialmente con los consabidos problemas que sufre nuestro planeta. Desde esta semana algunos municipios cambian su metodología de recolección para realizar un reciclado que ayude a un mundo más sostenible.
Por Luis Martínez, Redacción Jornada
Qué hacer con la basura siempre ha sido un tema, al principio ignorado en sus consecuencias por las comunidades, luego ninguneado y ahora puesto de manifiesto con la ola de un planeta que nos permita vivir más tiempo en sus rincones. Rincones cada vez más maltratados. Baste con ver lo que ocurre con los océanos castigados por verdaderas islas de plástico. O cómo este mundo agradece el freno provocado por la pandemia de Coronavirus para recuperarse un poco, tan solo un poco, de tanto daño. O, sin ir más lejos, miremos nuestras históricas, queridas y reconocidas mundialmente acequias llenas de botellas, papeles, todo tipo de envoltorio, pero nada de agua, para darnos cuenta del daño que cualquier tipo de residuo provoca en nuestro ecosistema.
Así algunas municipalidades iniciaron cambios profundos que necesitan indefectiblemente del acompañamiento cultural de cada una de las comunidades. Reciclaje para ayudar al mundo, dar ayuda a los que no tiene trabajo y eliminar males para la sociedad. El menú no se ve para nada mal.
El Foro Económico Mundial advierte que los países más pobres son los que cargan con gran parte del hábito mundial de generar desperdicios. Según la organización inglesa de caridad, Tearfund, entre 400.000 y 1 millón de personas mueren cada año en los países en desarrollo debido a enfermedades causadas por la falta de sistemas formales de recolección de residuos.
Ciudad de Mendoza
Es así que la municipalidad de la Ciudad de Mendoza tiene un nuevo sistema de recolección. Ahora los vecinos deben separar los residuos secos y húmedos en el hogar para que luego puedan ser reciclados.
La separación de residuos en origen y su posterior recolección diferenciada implica un doble beneficio. En primer lugar, esta acción tiene un impacto social ya que ayuda a cooperativas de recuperadores urbanos que con esos recursos se ganan el sustento. Más de 50 familias reciben los residuos secos reciclables, los acondicionan y comercializan en las plantas recicladoras.
En segundo lugar, este procedimiento contribuye con el medio ambiente reduciendo la contaminación que impacta en el cambio climático, ya que disminuye la emisión de gases de efecto invernadero. De esta manera, juntos seguimos avanzando en el camino hacia una ciudad sostenible.
Godoy Cruz
Hace algunos días, en el Día Mundial del Medio Ambiente, el Municipio de Godoy Cruz firmó un convenio de colaboración para el tratamiento de residuos húmedos y orgánicos con Aderpe, Asociación de Empresarios y “ZELVA”, empresa que receptará el material orgánico.
En primera instancia se realizará una prueba piloto en 50 casas y empresas donde se les otorgará bolsas compostables para la recolección de residuos húmedos.
El uso de estas bolsas permite una disposición impermeable, higiénica, transpirable y adecuada de los residuos orgánicos para el tratamiento en planta de biogás y de compostaje. Las mismas se utilizan en combinación con el cubo de basura aireado el que permite una mejor y correcta conservación con menor concentración de líquidos, explicaron.
Lo favorable de estas bolsas es que el período de degradación es de solo 6 meses en contraposición a los 200 años promedio que tardan las bolsas de polietileno. Sí, leyó bien, 200 años promedio.
Érica Pulido, Directora de Planificación Urbana y Ambiente de Godoy Cruz en el programa “Para Vivir” que se emite en Radio Jornada (91.9) dijo “el vecino juega un rol determinante ya que es él quien debe diferenciar en su casa los residuos húmedos de los secos”.
Guaymallén
Por su parte, la comuna de Guaymallén se sumó a la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos y apuesta por la inserción de los trabajadores informales creando su propio Centro Verde.
Se trata de una planta de tratamiento de residuos secos separados en origen, que se constituye a la vez como un espacio educativo con una importante función de promoción ambiental. Tiene una capacidad de procesamiento de 500 toneladas y permite el acopio de materiales en las condiciones que los requiere la industria recicladora, alcanzando parámetros de calidad y cantidad superiores, fortaleciendo la frecuencia de venta y aumentando el poder de negociación. A este polo ambiental, se suma una huerta agroecológica modelo.
Uno de los puntos más importantes que abarca es el factor humano, ya que permite la reinserción de los trabajadores informales, incluyendo y promoviendo la participación ciudadana. “Si bien es sustancial desde el punto de vista ambiental, lo más importante es la inclusión. Ahora todo lo que se recaude va a ser para los recuperadores, el municipio no va a recibir ninguna comisión sino que va a apoyar, guiar y auditar”, señaló el intendente Marcelino Iglesias.
Girsu (El proyecto que la política le negó a Mendoza)
La iniciativa plantea una solución a la problemática de tratamiento y disposición final de los residuos sólidos urbanos de la Zona Metropolitana de Mendoza, mediante la construcción de infraestructuras adecuadas que permitirán el cierre definitivo de los actuales basurales a cielo abierto, con los consabidos beneficios que generan estas acciones sobre el ambiente y la salud de la población. Pero la “chicana” política y la mezquindad dirigencial le impidió a la provincia avanzar en un modelo que hacía punta.
Se podrá reflotar alguna vez tras los enormes daños de la pandemia, especialmente en lo económico?. Difícilmente se pueda y la pena se esparce por los ciudadanos que recuerdan que contaba con financiamiento internacional. Se perdió una excelente posibilidad de mejorar uno de los problemas claves de la sociedad.
La basura vale. En peso y dimensión sino para muestra solo algunos ejemplos.
Cada uno de los mendocinos produce por año poco más de 360 kilos de residuos y, obviamente por densidad poblacional, el Gran Mendoza hace punta a la hora de dejar desechos.
Algunas comunas se han puesto en campaña y con fuerza a dar no sólo un mensaje ambiental o “verde”. Sino que además implementan las acciones para que generaciones futuras encuentren un lugar donde vivir no tan dañado por la mano del hombre.
Pero esto solo no alcanza si nosotros, los ciudadanos, no nos ponemos de una vez por todas los pantalones largos, crecemos culturalmente y ayudamos a que podamos vivir en una “casa” (planeta) mucho mejor.