El ex guerrillero nicaragüense Edén Pastora, legendario Comandante Cero de la Revolución Sandinista, falleció hoy a causa de un paro cardíaco, a los 83 años, en el Hospital Militar de Managua.
Pastora, uno de los símbolos de la revolución contra la dictadura de los Somoza, estaba internado desde hacía 10 días y murió de un ataque al corazón, una complicación que se atribuyó en principio al coronavirus, aunque luego los familiares desmintieron el diagnóstico.
“Hoy, 16 de junio de 2020, su infartado corazón se detuvo”, comunicó el periodista Moisés Absalón Pastora, quien dijo que es su sobrino.
“Mi viejito, no es un adiós, es un hasta pronto; mientras tanto voy a extrañarlo mucho”, escribió en su cuenta de Facebook su hija, Karla Pastora.
El estado de la salud de Pastora se manejó con mucho hermetismo.
Había estado hospitalizado por complicaciones respiratorias, pero fue dado de alta el 5 de este mes, según se confirmó.
En medio de los rumores por un diagnóstico positivo de coronavirus, su esposa, Yolanda Torres, aclaró que no tenía esa enfermedad y que la bronconeumonía lo venía afectando desde tiempo atrás.
Pastora adquirió renombre internacional como integrante del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el movimiento guerrillero que derrocó a Anastasio Somoza en julio de 1979.
Su nombre estará para siempre asociado a la espectacular toma del Palacio Nacional -en ese entonces sede del parlamento nicaragüense- por parte de un comando sandinista, el 22 de agosto de 1978.
Bajo el seudónimo de Comandante Cero, Pastora era el líder del comando que, vistiendo uniformes de la Guardia Nacional, entró al edificio y secuestró a todos los parlamentarios.
La acción forzó la liberación de numerosos presos sandinistas, incluido Tomás Borge, uno de los fundadores del FSLN, y le dio mayor visibilidad internacional a su causa.
Dos meses más tarde, el líder del FSLN y actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, nombró a Pastora jefe del Estado Mayor General del Ejército insurgente.
Confirmado en 1979 el triunfo de la revolución sandinista, el Comandante Cero asumió el cargo de viceministro de Interior.
El 7 de julio de 1981 abandonó el país tras exponer su disconformidad con la conducción del proceso revolucionario, en una carta pública dirigida a la Dirección Nacional del FSLN y al pueblo de Nicaragua.