El dolor en la rodilla derecha, del que Pontífice se ve aquejado desde hace meses, le impidió realizar los diferentes ritos de esta ceremonia de la Vigilia Pascual tras sus esfuerzos de las anteriores celebraciones del Jueves y Viernes Santos.
Para mañana domingo sí se espera que Francisco celebre la misa de Resurrección e imparta la tradicional bendición Urbi et Orbi desde el balcón de la logia central de la basílica de San Pedro.
En la ceremonia de la Vigilia Pascual Francisco se mantuvo sentado en primera fila ante los cerca de 6.000 fieles que llenaron la basílica, cifra récord después de las restricciones impuestas por la pandemia de los últimos dos años.
La ceremonia comenzó con la bendición del fuego, se encendió el cirio pascual y se marcó la vela con la inscripción de la primera y la última letra del alfabeto griego -alfa y omega- que simbolizan que Dios es el principio y el fin.
Después se inició la procesión con la entrada de los concelebrantes en total silencio y a oscuras para representar la ausencia de luz tras la muerte de Jesucristo.