El papa Francisco afirmó que si llegara a renunciar no eligiría vivir en Argentina, pero tampoco en el Vaticano.
"Soy el obispo de Roma, en este caso el obispo emérito de Roma'', dijo en una entrevista con la emisora Televisa Univision trasmitida este martes.
En ese sentido, sostuvo que "tal vez'' residiría en la basílica de San Juan de Letrán, sede tradicional de los obispos de Roma.
A sus 85 años, el papa Francisco negó que tuviera planeado su retiro en el corto plazo, aunque repitió que “la puerta está abierta”, luego de que el papa Benedicto XVI renunciara en 2013.
"No tengo ninguna intención de renunciar. Por el momento no. Sin embargo, si veo que no puedo, o hago daño o soy un estorbo, espero la ayuda para ‘tomar la decisión de retirarme’", afirmó Francisco en medio de los rumores.
Si bien la presencia de un papa retirado ha resultado bien, el Vaticano debe regular mejor la figura de un papa emérito, dijo Francisco en la entrevista.
Algunos cardenales y abogados canónicos han cuestionado las decisiones de Benedicto XVI en su retiro, como la de seguir vistiendo la sotana blanca del pontífice y mantener su nombre papal en lugar de volver a su nombre natal, Joseph Ratzinger.
Dicen que esas decisiones y la presencia de Benedicto en el Vaticano generó confusión entre los fieles y permitió a los críticos tradicionalistas de Francisco utilizar al papa emérito como punto de referencia, lo que amenaza la unidad de la Iglesia Católica.
“La primera experiencia fue bastante bien porque es un hombre santo y discreto, y lo manejó bien”, dijo Francisco sobre Benedicto XVI en la entrevista. “Pero en el futuro, las cosas deberían delinearse más, o las cosas deberían hacerse más explícitas”.
“Creo que por haber dado el primer paso después de tantos siglos, obtiene 10 puntos. Es una maravilla”, agregó Francisco.