El gobierno trasandino decretó estado de excepción constitucional por catástrofe y toque de queda. La medida -que aplica desde la Región de Arica hasta Los Lagos- fue anunciada por la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien precisó que la restricción de movimiento regirá entre las 22 horas y las 6.00 de la mañana.
Fue luego de que un gigantesco apagón sacudiera a Chile este martes, dejando sin suministro eléctrico a múltiples regiones desde Arica hasta Los Lagos. La emergencia se produjo alrededor de las 15:16 (hora local) y afectó a diversas comunas de Santiago, así como a importantes ciudades del norte y sur del país.
El Coordinador Eléctrico Nacional, organismo encargado de la operación del sistema energético, informó que la falla generó una “pérdida de consumo en varias regiones”, lo que dejó sin servicio a miles de hogares y paralizó el funcionamiento de múltiples sectores.
Transporte colapsado y semáforos fuera de servicio
El impacto del corte fue inmediato: el Metro de Santiago y la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) interrumpieron sus operaciones en varias líneas, dejando varados a miles de pasajeros en hora punta. Además, semaforización colapsada en la Región Metropolitana obligó a las autoridades a pedir extrema precaución a los conductores, advirtiendo sobre el riesgo de accidentes debido a la falta de señalización en las principales arterias viales.
Uno de los sectores más afectados fue Antofagasta, donde hospitales y otros servicios esenciales activaron protocolos de emergencia para garantizar su funcionamiento con generadores auxiliares.
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Ante la magnitud del problema, la Subsecretaría del Interior confirmó que el apagón abarcó desde Arica y Parinacota hasta Los Lagos, y en respuesta, se convocó de urgencia al Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (Cogrid) en las oficinas del Senapred (Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres).
Las autoridades aún investigan el origen exacto de la falla y no han descartado que el evento tenga relación con un problema en la red de transmisión.
Mientras se trabaja en la restauración del servicio, miles de chilenos enfrentan una jornada de incertidumbre en medio del colapso de las comunicaciones y el transporte.