Al menos 13 personas han muerto en Jordania y más de 260 resultaron heridas luego de que se volteó y cayó un contenedor lleno de gas tóxico en el puerto de Aqaba (sur), según una fuente oficial.
"El balance de muertos tras la fuga de gas en el puerto de Aqaba se eleva a 10 muertos y más de 200 heridos", declaró a AFP el ministro de Información, Fayçal al-Chouboul. Esta cifra, sin embargo, fue subiendo a lo largo de la tarde hasta 12 fallecidos y 250 heridos y esta mañana ya aumentaba hasta 13 fallecidos y 260 heridos.
Más temprano, un portavoz de la seguridad general había anunciado que un "contenedor lleno de gas tóxico se volteó cuando era transportado, provocando una fuga".
Según responsables, que hablaron a condición de anonimato, el contenedor se cayó de un barco en la zona sur del puerto evacuado.
El primer ministro jordano, Bicher Al-Khasawneh, y su ministro del Interior, Mazen Al-Faraya, se dirigieron al lugar, según la cadena de televisión oficial Al-Mamlaka.
Aqaba, uno de los principales puertos del mar Rojo, es el único puerto marítimo del reino hachemita, por el que transitan la mayoría de las importaciones y exportaciones jordanas.
Según imágenes publicadas por la televisión, una grúa que transportaba el contenedor lo dejó caer sobre el barco. Tras el impacto, una humareda amarilla se escapó de inmediato, mientras la gente trataba de huir.
El adjunto del jefe de la Autoridad portuaria de la región d Aqaba, Haj Hassan, declaró a Al-Mamlaka que una "cuerda de hierro que transportaba un contenedor con una sustancia tóxica se rompió, lo que causó la caída y la fuga de la substancia tóxica".
Las autoridades jordanas anunciaron más tarde que la situación ya está "bajo control" en el puerto de Aqaba. "La fuga está muy lejos de las áreas residenciales y la situación está bajo control", dijo el gobernador de la provincia de Aqaba, Mohamed al Rafaia, en declaraciones a la televisión estatal Mamlaka TV.
Los heridos fueron trasladados a dos hospitales públicos, un hospital privado y un cuarto hospital de campaña, según las autoridades.
El director de salud de Aqaba, Jamal Obeidat, declaró que "los hospitales de Aqaba estaban saturados y no podían ya recibir más heridos", algunos en estado crítico.