Litio, níquel, cobalto, manganeso, grafito brindan longevidad y eficacia a las baterías, los imanes para turbinas utilizan tierras raras, las redes requieren cobre. Articulos tales como autos eléctricos, rotores de turbinas eólicas y baterías eléctricas, están ávidos de estos metales principalmente.
La agencia evaluó las futuras necesidades, en función del desarrollo tecnológico y el ritmo en que el mundo opte por energías bajas en carbono . En 2040 la demanda global del sector energético de estos minerales podría cuadruplicarse si el mundo cumple los compromisos del acuerdo de París. Será fundamental para que a mediados de siglo el mundo tienda a ser neutro en carbono. El litio solo demandara 40 o quizás por 75 veces mas de lo que viene requiriendo. Es que los productos electrónicos corrientes ya no serán el principal consumidor, destronados por los vehículos eléctricos y baterías.
La producción de electricidad exigirá triplicar los minerales, por la energía eólica marina y el sector fotovoltaico. Así como los precios de la tecnología bajan los minerales subieran su valor total, lo que vuelve al sector aún más vulnerable a las variaciones en el mercado..
La producción de éstos se concentra en unos pocos países. En 2019, la República Democrática del Congo (RDC) y China produjeron el 70% y el 60% de cobalto y tierras raras, respectivamente. Y, su refinación está dominada por China, en su territorio u otros lugares.
“¿Qué pasará si no ponemos atención sobre los minerales? Los precios probablemente aumenten bruscamente, sinónimo de una transición más cara y, por lo tanto, más lenta que lo que deseada. Las cifras muestran una inminente brecha entre el aumento de las ambiciones climáticas globales y la disponibilidad de minerales claves esenciales para concretar tales ambiciones”, destaca Birol y llama a los gobiernos a “ampliar horizontes, y no solamente subvencionar coches eléctricos o paneles de energía solar, sino pensar también en la otra cara de la moneda. Al actuar desde ahora concertados sobre el tema de los minerales, los gobiernos pueden reducir significativamente los riesgos de volatilidad de precios y la interrupción del suministro”, añade.
La AIE insta a los Estados a que publiquen sus estrategias climáticas a largo plazo y los detalles de sus actividades para animar a los inversores en minerales. Tae-Yoon Kim, principal autor del informe cerró diciendo “La búsqueda es reforzar la cooperación internacional entre productores y usuarios, así como la normativa medioambiental y social en torno a la extracción. Las políticas pueden fomentarlo”