Alejandra Romero vivió el pasado 15 de febrero el momento más duro de su vida: su hijo Jaziel, de 13 años, murió a causa de una muerte súbita mientras jugaba un partido de fútbol en la provincia de San Luis.
En medio del profundo dolor por la reciente pérdida de su hijo, la ex pareja del Potro Rodrigo lo recordó con una conmovedora publicación en las redes sociales.
A un mes de su muerte, Alejandra compartió una imagen abrazada a su niño y de fondo la emotiva canción titulada Yo te extrañaré, de Tercer Cielo.
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"Si pudiera volver el tiempo, para verte de nuevo, para darte un abrazo... Y nunca soltarte", dice el fragmento del tema que compartió la ex del recordado cuartero en sus historias de Instagram.
A días de la trágica noticia, Carmen Barbieri, quien es amiga de Alejandra, contó que los amigos de Jaziel decidieron recordarlo con un tatuaje en conjunto en su honor.
Alejandra Romero fue la última pareja del cuartetero Rodrigo Bueno, el Potro, quien falleció a los 27 años en junio del año 2000 en un accidente en la autopista La Plata-Buenos Aires en medio de su mejor momento artístico.
El doloroso posteo de Alejandra Romero a 10 días de la muerte de su hijo de 13 años
Está claro que no hay consuelo alguno para ninguna madre que pierda a su hijo, y Alejandra Romero no es la excepción. Es así que desde el pasado 15 de febrero, cuando Jaziel falleció de muerte súbita en medio de un partido de fútbol, la última pareja del Potro Rodrigo intenta buscar alivio para su alma que quedó partida en mil pedazos.
Es así que en las últimas horas Romero le dedicó un sentido homenaje a su pequeño desde sus Instagram Stories con un collage de los tatuajes que se hicieron los amigos de Jaziel para recordarlo siempre.
En tanto, Alejandra Romero le sumó un desgarrador mensaje, donde le pide fuerzas a su hijo para seguir adelante. “Hijo, hiciste todo bien, llenaste de amor y de luz la vida de quién te conoció. Dame fuerzas, mi amor”, escribió en un grito de dolor y agregó: "Te llevo en el corazón".
Sucede que los amiguitos de Jaziel se pusieron de acuerdo y no dudaron en tatuarse Jazzu, como lo llamaban habitualmente, con la fecha de sorpresiva y dolorosa muerte del nen