El guionista y director Giuseppe Tornatore y el compositor musical Ennio Morricone (junto a su hijo Andrea), tal vez no fueron conscientes en 1988 que estaban creando una película y un tema musical absolutamente inolvidables.
“Cinema Paradiso”, es un film italiano que obtuvo (entre otros) el premio Oscar a la mejor película extranjera, y que aún se sigue viendo en las pantallas de la televisión por cable, abierta, y streaming.
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El personaje principal, Salvatore de Vita, fue interpretado por tres actores: Salvatore Cascio (niño, Totó), Marco Leonardi (adolescente), y Jacques Perrín (adulto). El co-protagonista, Alfredo (Phillipe Noiret) fue el proyeccionista del Cinema Paradiso. María Di Vita (madre de Salvatore) fue personificado por las actrices Antonela Attili, y Pupella Maggio, mostrando distintos tiempos de la vida de Salvatore, y otros excelentes actores y actrices fueron el rostro, el cuerpo y el alma de: el estricto sacerdote Adelfio, Elena (el amor de juventud de Salvatore), el loco del pueblo, y Ciccio quien reconstruye con su dinero el cine luego de que se incendiara, entre tantos más. La acción ocurre supuestamente en el pueblo de Giancaldo, Sicilia. Pero el rodaje se hizo en verdad en Sicilia.
La historia
Salvatore Di Vita en la adultez es un famoso cineasta que al llegar una noche a su casa es informado de que Alfredo falleció. Inmediatamente comienza a recordar su infancia, y ahí lo vemos como el pequeño Totó, un niño de seis años que ama las películas y se hace amigo de Alfredo, el proyeccionista del Cinema Paradiso.
Alfredo le enseña a manejar el proyector, iniciándose una relación en el que el proyeccionista desplegará un afecto paternal sobre el niño, que continuará en la adolescencia del mismo, cuando se convierte el muchacho mismo en el proyeccionista del cine. Salvatore ya tiene su propia cámara de cine y filmando espontáneamente conoce a Elena, una joven hija de un banquero rico.
Salvatore se enamora de la muchacha, pero la relación no prosperará por la desaprobación del padre de ella. Alfredo ahora está ciego, pero se convierte en el consejero de Salvatore, el cual acude más de una vez a pedirle su opinión sobre algo. Alfredo le insiste en que abandone el pequeño pueblo y vaya a una gran ciudad a cumplir sus sueños como cineasta.
En el presente, el ahora célebre director viaja al lugar para asistir al funeral de Alfredo. Allí volverá a reencontrarse con los demás personajes, ya envejecidos. La viuda de Alfredo le dice que el viejo siguió los éxitos de Salvatore con orgullo, y le dejó algo: un carrete de película en celuloide, sin etiqueta. Salvatore se entera también que el Cinema Paradiso va a ser demolido para construir en su espacio un supermercado.
Luego regresa a Roma y en un microcine pide que le proyecten la cinta que le dejó como recuerdo Alfredo, y al verla descubre que ese montaje contiene todas las escenas románticas que el cura Adelfio le había pedido a Alfredo que cortara de las películas, treinta años atrás. La escena es decididamente emocionante, acompañada por la banda sonora del film, que cierra con el rostro emotivo, lagrimeando, de Salvatore, agradecido con su pasado.
Breves detalles
“Cinema Paradiso” se rodó entre 1987 y 1988, se estrenó en Italia y Francia en 1989, y en la Argentina y en Estados Unidos en 1990.
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Obtuvo diferentes distinciones en Europa, no solo el film sino también sus protagonistas. Fue comentada y acreditada por la prensa especializada como un verdadero clásico y un reverdecer del cine italiano. El título original de esta joya cinematográfica era Nuovo Cinema Paradiso, y fue producida por Franco Cristaldi, y Giovanna Romagnoli. La duración original era de 155 minutos y fue reducida a 124 para la versión internacional. Y distribuida al mundo por Miramax.
Todo lo que se diga a su favor es insuficiente, y su mayor distinción es que permanecerá para siempre en el corazón de quienes la disfrutaron, y en este momento no pueden dejar de escuchar en sus mentes su dulcísimo “tema de amor”.
Personajes
Ya con la historia clara, el director pasó a definir a su elenco, el cual tuvo una mixtura: contó con actores italianos y otros franceses, estos últimos importantes en la historia. Philippe Noiret, Jacques Perrin y Brigitte Fossey fueron los escogidos para el caso. "Mi productor me preguntó un buen día 'Si te vieras obligado a elegir un actor extranjero para el papel, ¿quién sería?", le respondí que alguien como Philippe Noiret, porque vi a Alfredo y Toto como un oso y un ratoncito", contó Tornatore.
El mismo Noiret, que años más tarde interpretó a Pablo Neruda en Il Postino (1994), fue uno de los más entusiasmados en formar parte de Cinema Paradiso. Pese a tener cuatro proyectos en carpeta a los que estaba amarrado, se convenció al leer el guión de la historia. "Días después, (Noiret) llamó de vuelta, dijo que estaba enamorado del guión y que si podíamos liberarlo de uno de estos cuatro contratos, podría hacer la película. Y dijo: 'Interpretaré a cualquier personaje de esta película que quieras, incluso al niño'", recuerda el director italiano.
Por otro lado, había que escoger al eterno "ratoncito", que estaba marcado por tres etapas. Así Salvatore Cascio tomó el rol de Totó durante su niñez, Marco Leonardi hizo lo propio en la juventud del protagonista y el ya mencionado Perrin lo representó en su adultez.
Ya con gran parte de la base actoral definida, había que establecer el espacio de la historia. Si bien todo lo sucedido se desarrolla en el pueblo de Giancaldo -creado para Cinema Paradiso-, los lugares escogidos fueron la localidad de Palazzo Adriano y Bagheria, además de Roma para escenas puntuales.
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