El director de cine británico Alan Parker, autor de películas de enorme popularidad como Expreso de medianoche (1978), Evita (1996) y Pink Floyd: The Wall (1982), murió a los 76 años. En un comunicado enviado en nombre de la familia se indicó que Parker falleció “tras una larga enfermedad”.
El cineasta fue nominado en dos ocasiones al Oscar a la mejor dirección, por Expreso de medianoche y Mississippi en llamas. En conjunto, sus películas ganaron 10 Oscar y 19 premios de la Academia Británica de Cine.
Parker nació en Islington, Londres, en 1944. Empezó su carrera audiovisual con anuncios publicitarios, pero siempre quiso llegar a la gran pantalla.
Su primera película para cine fue en 1976 con Bugsy Malone, un musical sobre el supuesto nieto de Al Capone. Aunque posteriormente confesó al mismo periódico que se trataba de “una idea ridícula que en realidad no debió realizarse”.
Otro de sus títulos más recordados es The Commitments (1991), que en Argentina se estrenó con el tramposo título de Camino a la fama, para aprovechar la repercusión de su éxito anterior Fame (1980).
“Como fui el primero en hacer la transición del mundo de los comerciales a los largometrajes, fui blanco de las críticas que señalaban que no éramos ‘legítimos’ sino un grupo de vendedores vulgares que vendían un producto con poca calidad”, recordó el realizador en una entrevista de 2017. “Así que dejé de hacer comerciales por completo para ser tomado en serio como cineasta”, contó.
En cine dirigió 14 largometrajes, escribió seis y fue especialmente experto en películas orientadas a la música: entre sus títulos se encuentran Bugsy Malone (1976), Fama (1980), Pink Floyd: The Wall (1982) y Evita (1996), adaptación fiel de la obra homónima de Andrew Loyd Weber, con Madonna como Eva Perón, que se filmó entre Argentina y Hungría.
Según publicó el portal especializado Hollywood Reporter, en 1995 Parker aseguró que “reunir música e imágenes puede resultar muy, muy poderoso”.
Dos de sus íconos son Expreso de Medianoche (1987), escrito por Oliver Stone, sobre un joven estadounidense (Brad Davis) encarcelado en Turquía por tráfico de drogas, y Mississippi Burning (1988), sobre dos oficiales del FBI (Gene Hackman y Willem Dafoe) que investigan la desaparición de tres líderes por los derechos civiles en 1964. Ambas obtuvieron nominaciones a la Mejor Película del año y también en ambas fue nominado Parker al premio Oscar a Mejor Director.
Corazón diabólico, su thriller de terror de 1987 en Nueva Orleans, protagonizado por Mickey Rourke, Lisa Bonet y Robert De Niro, se abrió paso en medio de la controversia cuando inicialmente fue calificado como XXX (para adultos).
También dirigió Birdy (1984), filme ganador del Premio del Jurado de Cannes centrado en veteranos de Vietnam, interpretados por Matthew Modine y Nicolas Cage; la comedia Cuerpos perfectos, protagonizada por Anthony Hopkins y Matthew Broderick; el drama irlandés Las cenizas de Ángela (1999), basado en la autobiografía de Frank McCourt; y, su película final, La vida de David Gale (2003), sobre la pena capital protagonizada por Kevin Spacey.
En 2015, Parker anunció que se retiraba del negocio del cine: “Dirigí desde que tenía 24 años y cada día fue una batalla. Quienes trabajaron conmigo saben que he luchado toda mi vida para hacer las películas como queríamos hacerlas”.