A partir del próximo lunes, el dólar tarjeta, también conocido como dólar turista, experimentará un reajuste significativo. Este cambio se produce tras la finalización del Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS), que imponía un 30% adicional a las operaciones en dólares.
Si bien este impuesto será eliminado, el Gobierno ha decidido mantener la percepción del 30% del Impuesto a las Ganancias, de acuerdo con la Resolución General 5617/2024 de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).
El nuevo valor del dólar tarjeta se establecerá en aproximadamente $1.355,25 por unidad, una disminución notable desde los $1.668 actuales. Esta cifra será ajustada diariamente, siguiendo el mecanismo de crawling peg del Banco Central, que permite una devaluación controlada de hasta un 2% mensual.
Cambios en el Régimen Impositivo
El Impuesto PAIS, que fue introducido en 2020, aplicaba un gravamen del 30% sobre operaciones en dólares para compras en el exterior, viajes y ahorro. Su vigencia expiró el 22 de diciembre de 2024, y el Gobierno no optó por prorrogarlo. En su lugar, la ARCA ha modificado el esquema impositivo mediante la Resolución General 5617/2024, asegurando la continuidad del gravamen a estas transacciones.
Bajo la nueva normativa, se considera alcanzadas las siguientes operaciones:
Compra de billetes y divisas en moneda extranjera.
Pagos en el exterior a través de tarjetas de crédito, débito o compra.
Servicios contratados con agencias de viajes y turismo en Argentina.
Servicios de transporte internacional de pasajeros por vía terrestre, aérea o acuática.
Sin embargo, el nuevo régimen excluye ciertos sectores, como el transporte terrestre hacia países limítrofes y gastos en salud, medicamentos, libros y plataformas educativas.
Percepción del 30% de Ganancias
La percepción mantendrá una alícuota del 30% sobre el total de las operaciones en pesos, y será computable como un pago a cuenta del Impuesto a las Ganancias o Bienes Personales, dependiendo de la situación fiscal del contribuyente. Para aquellos que no están alcanzados por estos impuestos, el régimen contempla un mecanismo de devolución del monto percibido, que será accesible al final del año calendario. La ARCA también ha definido plazos y procedimientos para que los agentes de percepción, como bancos y agencias de viajes, adapten sus sistemas para gestionar adecuadamente el cobro del impuesto, con un plazo definitivo hasta el 31 de marzo de 2025.
Impacto en los Consumidores
La eliminación del Impuesto PAIS y la continuidad de la percepción de Ganancias afectarán las estrategias de consumo en dólares. Aunque los consumidores seguirán enfrentando un sobrecosto significativo para operaciones turísticas y compras en el exterior, este será menor que el actual.
Actualmente, el dólar blue se encuentra alrededor de $1.205 y el dólar MEP en $1.131, por lo que el nuevo dólar tarjeta reducirá la brecha entre estas opciones y el tipo de cambio oficial. Esto podría incentivar el uso de la tarjeta para gastos en el extranjero, dado que las percepciones son reembolsables en aproximadamente un año.
En el transcurso de 2023, alrededor de 11 millones de personas pagaron el Impuesto PAIS junto con la percepción de Ganancias. De estos contribuyentes, un 37% eran empleados formales, un 14% monotributistas puros, un 13% contribuyentes de otros impuestos y el 36% restante no tenía obligaciones tributarias, incluidos jubilados.
Este ajuste en el régimen del dólar tarjeta se produce en un contexto de tensión cambiaria, con incrementos en las cotizaciones de los dólares paralelos. El Banco Central ha indicado que la eliminación del Impuesto PAIS busca redirigir el consumo turístico hacia los dólares paralelos y mitigar el impacto en las reservas internacionales. En octubre de 2024, los argentinos demandaron unos USD 562 millones en el mercado cambiario, principalmente para viajes y consumos en el exterior, con el 50% de estos gastos financiados a través de la compra de dólares en el mercado libre.
A su vez, la situación internacional influye en las dinámicas locales. Elementos como la revalorización global del dólar, la depreciación del real brasileño y la caída en el precio de la soja han contribuido al aumento de las brechas cambiarias, lo que resalta la importancia de políticas fiscales y monetarias que limiten su impacto en el mercado interno.