Las empresas productoras de petróleo profundizan su mirada al exterior para contrarrestar la caída de la demanda interna. En los próximos meses, se debatirán entre las menores ventas en las refinerías argentinas y la necesidad de colocar ese excedente afuera del país si no quieren cerrar pozos en producción. Es un desafío de magnitud. Todos los países productores están en la misma: en mayor o menor medida, el freno de la economía, la puja de precios todavía irresuelta en el seno de la OPEP+ y los estragos que ocasiona el coronavirus, los dejó mirando fronteras afuera para disputar cada cuota del mercado ante sus crisis internas.
Tal como lo informó +e, los oleoductos en dirección a los puertos vienen funcionando a pleno transportando a puntos de almacenamiento sobre la costa argentina una parte sustancial de la producción del país. A esto se suman las solicitudes de permiso de exportación que vienen realizando las operadoras. De acuerdo a la información disponible de la secretaría de Energía de la Nación, hay al menos 25 ofertas para exportar petróleo de diferentes cuencas productoras
En total, suman 1.569.500 metros cúbicos de producción, lo que equivale a unos 9,8 millones de barriles de crudo. Al ritmo que normal de la producción argentina, unos 500.000 barriles diarios entre todas las empresas del país, se trata del consumo interno de unos 20 días.
Sin embargo, esa producción cambia drásticamente con cada día que se extiende la pandemia: en Argentina ya fue afectada por una baja de la demanda de combustibles superior al 80 por ciento. En buena medida, el país produce para abastecer este mercado doméstico, con exportaciones de crudo que se realizan de modo muy esporádico. Algo también regulado a partir de un precepto que pone de relieve el abastecimiento interno.
Hoy esta situación está en plena crisis: las productoras necesitan nuevos mercados para evitar ser afectadas por problemas aún mayores a los que ya asimilan. Lo dicho: a la caída de la demanda se suma la baja del precio del Brent, el crudo que actúa como una referencia para el país, que se derrumbó en torno al 50% desde la brecha de 55/60 dólares que marcó la etapa más dura desde su caída.
Ese es el contexo por el que las operadoras salen a buscar mercados, un desafío mayúsculo en un escenario mundial en el que sobra petróleo. Pero lo cierto es que no tienen muchas otras alternativas. La clave será el precio de venta y los márgenes que tendrán para recuperar las inversiones. Hoy, luce más que difícil. Y acaso alguna que esté necesitada de caja esté dispuesta a perder en alguna operación, si se contemplan los precios de venta a los que se ofrecen esas colocaciones de crudo al exterior.
Hay operadoras que realizan a esas ofertas, que no tienen un carácter obligatorio de acuerdo a lo que pude saber +e, a un precio de Brent – 5/7 dólares. Esto es, la cotización internacional a la que se le restarían 7 dólares. Así las cosas, ese barril comercializado a junio, rondaría, a precio de hoy, unos 26 dólares, un monto al que también se le aplican retenciones. No hay campo petrolero que sea rentable en el país a ese margen.
Las petroleras que están realizando estas ofertas de venta son: YPF, PAE, Wintershall, Total, CAPEX, ExxonMobil, EnapSipetrol, Pampa Energía, Tecpetrol, Roch SA. Es el mismo grupo de operadoras que en buena medida trasladan sus excedentes a Puerto Rosales (Bahía Blanca) y en otros tanques de almacenamiento en Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Fuente: LMNeuquen.