La pandemia desatada por Covid-19 ha exacerbado, también, los problemas de competitividad en el sector vitivinícola, debido a los altos costos de producción y a la dificultad de acceso a tecnologías que ya enfrentaba la elaboración de vino y producción de vid a pequeña escala productiva, en las distintas zonas vitivinícolas de Argentina. Frente a la tendencia de clientes que cada vez más valoran una producción sostenible, aparece el atributo de la seguridad sanitaria en la producción agroindustrial. Esto genera costos adicionales significativos, lo que impacta en la sostenibilidad de la vitivinicultura local y la preservación del entramado socio-productivo que la origina.
Frente a esta problemática, un clúster de elaboradores de vino de pequeña escala productiva del departamento de San Rafael en Mendoza, en conjunto con la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), a través de sus unidades ejecutoras de Investigación, Desarrollo e Innovación (IDI) y Pequeños Productores, llevarán adelante un proyecto financiado por el Programa Soluciona del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, con aportes no reembolsables por un total de $13,97 millones.
Con estos recursos, el grupo asociativo podrá adquirir equipamiento que incluye drones, ozonizadores, equipos de energía solar y maquinaria agrícola para llevar adelante una vitivinicultura de precisión, beneficiando de forma directa a 11 bodegas productoras que trabajarán integradas.
El objetivo general del proyecto es contribuir a aumentar la competitividad y conciliar la búsqueda de sostenibilidad, eficiencia y mayor productividad en el uso de recursos desde el viñedo hasta la bodega de un clúster de productores conformado desde ahora en adelante para este fin. “El proyecto que llevamos adelante tiene como objetivo disminuir el consumo energético, optimizar los sistemas de sanitización de las bodegas, la implementación de tecnología que permita optimizar el recurso hídrico para riego y la disminución del uso de agroquímicos y herbicidas, propiciando un seguimiento permanente de los viñedos”, explicó David Marangi, presidente de la Asociación de Viticultores del Sur, agrupación que nuclea a unos 30 productores y elaboradores de vinos de San Rafael y General Alvear, que trabaja en articulación con el Centro de Desarrollo Vitícola (CDV) que gestionan el INTA y COVIAR en la región.
“Es una muy buena noticia el haber conseguido financiamiento por casi $14 millones para productores de vino artesanal de San Rafael, con un proyecto que gestionó la COVIAR ante el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación. El objetivo está dentro de los ejes centrales que establece la actualización del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) al 2030, como son la sostenibilidad y el desarrollo del turismo del vino, y es muy importante para estos pequeños productores que empiezan a transitar el camino de transformarse en bodegueros pensando en la posibilidad de llegar a los 600.000 turistas que anualmente visitan el sur de Mendoza con vinos únicos”, afirma Pablo Asens, vicepresidente de COVIAR.
En tanto los objetivos específicos del proyecto, y de los 11 integrantes del clúster como grupo asociativo, buscan: por un lado, aumentar la eficiencia económica y sostenibilidad desde la perspectiva ambiental en la fase de elaboración de vino y producción de uva; por otro lado, facilitar el desarrollo seguro de la elaboración de vinos y la actividad turística de los establecimientos participantes que integran la ruta del vino en San Rafael. Además, el proyecto busca mejorar el proceso de toma de decisiones para la optimización del uso de recursos críticos durante la elaboración y producción de uva, así como la generar información valiosa para el cumplimiento de normas ambientales y sanitarias. Por último, también se aspira a contribuir con la obtención y comunicación estratégica de productos y servicios turísticos sostenibles y seguros.
Para todos estos objetivos, los fondos aprobados serán destinados a activos fijos (76%), capital de trabajo (17%) y capacitación (7%).
En el área de alcance del proyecto, como lo es San Rafael en Mendoza, la viticultura es la principal actividad productiva. Los destinatarios del proyecto son 11 elaboradores y viticultores nucleados a través del Centro de Desarrollo Vitícola de San Rafael y sus explotaciones alcanzan un total de 36 hectáreas en términos de superficie y una capacidad de elaboración de 132.000 hectólitros de vino.