El sector vitivinícola confía en que las pérdidas provocadas por las heladas tardías del pasado 31 de octubre y 1 de noviembre, que afectaron a gran parte de la región productiva argentina, sean las menores posibles y puedan ser mitigadas con las medidas anunciadas esta semana por el Gobierno.
Los días 31 de octubre y 1 de noviembre pasados se registraron en varias provincias argentinas temperaturas bajo cero durante varias horas, que provocaron fuertes heladas.
Las heladas tardías, como las de los últimos días, afectan a los primeros brotes de las vides, dañando el desarrollo de los racimos y reduciendo el rendimiento de la cosecha vitivinícola.
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"Desde 1994 no se registraban heladas tardías tan severas como las que afectaron a toda la región los últimos días de octubre; para esta época, los viñedos ya están brotados y las temperaturas bajo cero provocan estragos sobre las plantas en crecimiento", manifestó el enólogo Jorge Rubio, con bodega en el sur de Mendoza.
No obstante, desde Wines of Argentina (WofA), la entidad encargada de la promoción del vino argentino a nivel mundial, señalaron que las zonas alcanzadas tienen daños variables y aún es una instancia muy temprana para realizar evaluaciones precisas.
En diálogo con Télam, el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Martín Hinojosa, evitó cuantificar las pérdidas porque "los gobiernos provinciales son quienes tienen que certificar el porcentaje de daño".
No obstante, admitió que "es terrible porque te deja sin producción y la próxima producción la tenés en no menos de 15 meses y el primer ingreso dentro de 18 meses".
"Como productor que soy, cualquier ayuda es buena porque la situación es angustiante; por eso, tener una herramienta que te dé un plazo de gracia de 18 meses o a tasa cero es sumamente importante", remarcó.
Hinojosa se refería así a las medidas fiscales y crediticias anunciadas el lunes pasado en Mendoza por el ministro de Economía, Sergio Massa, entre las que se destacan, además de esas líneas de crédito, la implementación temporal de un dólar preferencial y el acceso al programa de Recuperación y Sostenimiento Productivo (Repro).
La batería de medidas incluye el otorgamiento de dos sistemas de créditos: uno a tasa cero por 18 meses y otro con una tasa de 48% con 18 meses de gracia, y transferencias de Aportes No Reintegrables (ARN) por $1.500 millones a cada una de las provincias afectadas.
Hinojosa resaltó la celeridad del Gobierno nacional: "A seis días de ocurrido (el fenómeno climático), el ministro Sergio Massa estaba en Mendoza con una gama de herramientas disponibles para hacer frente a este problema".
En ese sentido, Rubio afirmó que "el fenómeno representa un impacto que afectará tanto a los productores de uva como a las bodegas elaboradoras; financieramente representará un esfuerzo enorme ya que los costos de producción de la nueva cosecha serán mucho más altos y muy difícilmente las bodegas podamos afrontarlo 100% con capital propio".
"Estimamos que esta caída en el rendimiento global de la cosecha impulsará también los precios del vino en las góndolas, afectando sin dudas al consumo", señaló el productor del sur mendocino.
Hinojosa admitió que estos problemas de producción van a impactar en los precios de la uva: "Cuando se esperan cosechas bajas obviamente hay presión", afirmó, aunque aclaró que "en los últimos tiempos ya se ha recuperado bastante el precio".
Tras admitir que "cuando pasan estas cosas, nada alcanza", indicó que "es la solución a la que hemos llegado: tratar de arrimar herramientas que de alguna manera alivien el problema que ha tenido el productor".