Tras una exitosa vendimia en Argentina, los ojos de la industria del vino están puestos en el futuro de la producción vitivinícola en Argentina. Expertos y enólogos comparten sus perspectivas sobre lo que está por venir para la industria del vino en nuestro país en 2024. Desde la calidad de la uva hasta la innovación en técnicas de producción, las opiniones de estos expertos ofrecen una visión privilegiada de lo que se espera de los vinos argentinos en los próximos años.
La cosecha del año 2023 ha concluido para los viticultores. Fue una temporada particular que requirió tareas específicas en los viñedos, incluso en aquellos que se cultivaron con viticultura de precisión. Los cambios climáticos siguen presentes de manera constante año tras año, y en este ciclo vegetativo se han repetido las variables de vendimias pasadas, en algunos casos más extremas. Por lo tanto, los viticultores han tenido que adaptar los protocolos de gestión en los viñedos para hacer frente a los nuevos desafíos y alcanzar los objetivos de calidad.
El invierno del año 2022 comenzó tarde y se prolongó hasta bien entrada la primavera, igual que en el año anterior. Mientras las plantas de vid aún tenían sus brotes tiernos, se produjeron varias heladas tardías en diferentes regiones vitivinícolas. Pero la noche del 4 al 5 de noviembre fue especialmente destructiva, afectando en mayor o menor medida a la totalidad de los viñedos. Este acontecimiento resultó determinante para afirmar que esta ha sido una de las cosechas más pobres de los últimos 60 años en la Provincia de Mendoza.
Se han registrado tormentas de granizo en épocas tempranas para los viñedos, cuando los granos aún estaban verdes y muy resistentes, y que no afectaron a los viñedos en cuestión. Los regímenes de lluvia en los meses siguientes estuvieron dentro del promedio esperado. Las vides, sometidas a tantas variaciones de temperatura y al estrés de las heladas, necesitaron consumir mucha energía para madurar sus frutos, pero afortunadamente llegaron al final de su ciclo entregando todo lo que tenían para ofrecer: uvas dulces, sanas y concentradas, aunque en pequeña cantidad.
Actualmente, las vides no descansan en el viñedo, ya que están buscando nutrientes en el suelo para acumular la energía necesaria que les permitirá brotar correctamente en la próxima primavera. Es el deber de los viticultores acompañarlas en esta etapa con tareas culturales que favorezcan su desarrollo.
En los viñedos de zonas altas, donde se trabajó con viticultura de precisión y adaptación de protocolos, se logró llegar a la cosecha con muy buena sanidad, a pesar de una menor producción. Las uvas estaban bien concentradas, dulces y con la madurez adecuada. Como resultado de este esfuerzo, han nacido vinos nuevos con hermosa intensidad y tonalidad de color, amplia expresión frutal y definido carácter varietal, y de muy buena estructura en boca, con intensa presencia de taninos nobles que, aunque potentes, son suaves y con un valor importante para la guarda.
La cosecha de este año ha sido un poco atípica, como todas las cosechas, ya que siempre hay factores cambiantes que influyen en ella. En este caso, la variable que le tocó a la bodega fue el clima, específicamente dos heladas tardías y granizo que afectaron los rendimientos de los viñedos. Algunos lugares perdieron el 30% y otros el 80% o 90% de la uva. Estas condiciones climáticas influyeron en el momento de la cosecha, que se adelantó debido a la maduración temprana de la uva por las altas temperaturas y la falta de agua. A pesar de esto, se obtuvieron vinos frescos, con buena acidez y concentración de color en los prensados de buena estructura. Los taninos son bastante firmes, lo que indica que la calidad será buena, aunque hubo pérdidas de rendimiento. La bodega está conforme con la calidad que se ha obtenido en los vinos. Ahora están terminando de prensar y descubar los últimos tanques, observando cómo se comportan los vinos con el paso del tiempo.
Bodega Sin Reglas:
En el mundo de la vitivinicultura, estamos atravesando una de las cosechas más desafiantes de nuestra historia. El clima y la estructura han presentado dificultades que sólo podemos superar mediante nuestra creatividad. A pesar de ello, tenemos grandes esperanzas en los resultados, pues los vinos que estamos obteniendo son excepcionales. El tiempo parece correr a una velocidad vertiginosa y todavía hay muchas barricas por llegar, pero seguimos trabajando con dedicación para obtener la mejor materia prima posible: el vino