El enfoque austero adoptado por Javier Milei desde su ingreso al cargo de presidente del país llevó al Gobierno Nacional a registrar un superávit fiscal en enero. Sin embargo, este logro ha venido acompañado de un preocupante deterioro en el poder adquisitivo de los jubilados, como señala un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA).
Según el economista Jorge Colina, presidente de IDESA, este superávit se ha logrado a expensas del ajuste en las jubilaciones, lo que ha reducido su valor al punto de situarse por debajo de los niveles de 2002.
Esta realidad, analizada en el contexto de la Ley Ómnibus y la implementación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), revela obstáculos significativos y falta de avances concretos.
El informe de IDESA también destaca las dificultades del gobierno en transformar el Estado y equilibrar las cuentas públicas, a pesar de reiterar su compromiso con la meta de déficit cero. Aunque se celebre el superávit financiero en enero, el análisis revela que este se ha alcanzado principalmente mediante una reducción sustancial del gasto público, especialmente en jubilaciones y pensiones.
La reducción en el valor real de las jubilaciones, según IDESA, es alarmante, mostrando un deterioro constante en su poder de compra a lo largo del siglo. Esto plantea serias implicancias sociales y judiciales, dado que la estrategia de equilibrar las cuentas públicas a expensas de las jubilaciones es frágil y genera tensiones políticas y legales.
El informe concluye que es necesario buscar bases más sólidas para el equilibrio fiscal, mediante la simplificación de impuestos, la optimización del gasto público y la mejora en la gestión estatal. Sin embargo, subraya la falta de habilidad política y técnica del gobierno para implementar estas medidas de manera efectiva.