En medio de la creciente crisis económica y los altos índices de inflación que afectan a Argentina, el Colegio Farmacéutico bonaerense ha anunciado una medida drástica: dejarán de vender medicamentos a afiliados de obras sociales y prepagas.
Esta decisión también podría alcanzar a Mendoza, donde se está considerando adoptar una medida similar debido a que las ventas realizadas por las farmacias a través de estos sistemas de pago son cobradas con notables retrasos, a menudo hasta 60 o 90 días después de la entrega de los medicamentos.
El problema radica en que, dadas las condiciones económicas del país, estos plazos de pago se han vuelto insostenibles para las farmacias, lo que pone en riesgo los descuentos que los afiliados de las obras sociales y prepagas disfrutan al adquirir sus medicamentos.
El incumplimiento de los pagos por parte de las obras sociales y prepagas ha llevado a un estado de alerta en toda la red de farmacias en Argentina.
Desde el Colegio Farmacéutico de Mendoza, se han tomado medidas para abordar esta crisis. Han iniciado la revisión de los convenios con las obras sociales y las prepagas, con el objetivo de establecer plazos de pago más coherentes, que no superen los 60 días y, en algunos casos, incluso intentar reducirlos a un mes.
La preocupación es que si no se resuelve esta situación, los afiliados se verán afectados, ya que algunas farmacias en Buenos Aires han dejado de aplicar descuentos en medicamentos a raíz del incumplimiento de los pagos.
Esta situación no solo pone en peligro el acceso de los pacientes a los medicamentos, sino que también afecta a la industria farmacéutica en su conjunto. Los profesionales de la salud subrayan que, si las obras sociales y prepagas no cumplen con sus obligaciones financieras a tiempo, las farmacias tienen la facultad de dejar de aplicar descuentos en medicamentos, lo que agrava la situación económica de los afiliados.