En un mundo cada vez más interconectado, las empresas buscan constantemente oportunidades para expandirse más allá de sus fronteras nacionales.
La posibilidad de acceder a nuevos mercados a través del sistema de franquicias es posible, gracias a la apertura que ofrecen otros países de Latinoamérica, interesados en productos y servicios argentinos.
Uno de los beneficios más evidentes de expandir una franquicia internacionalmente es el acceso a nuevos mercados y la oportunidad de llegar a una base de clientes completamente nueva.
En este sentido, Chile ofrece un entorno empresarial estable y en crecimiento, con una economía diversificada y una creciente clase media ávida de productos y servicios de calidad.
“El mercado chileno presenta un panorama favorable para la entrada de marcas argentinas, especialmente aquellas que se enfocan en ofrecer productos y servicios accesibles, cercanos y con conceptos simples. Esta tendencia se ve impulsada por varios factores como el cambio demográfico y un crecimiento estable y seguro”, comenta Mauricio Paschold Stetter, fundador y Consultor Senior de MP Franchising, empresa chilena líder en expansión e internacionalización de negocios.
Uno de los fenómenos que se da en el mercado chileno es la saturación de marcas pretenciosas, que priorizan la estética y la imagen por sobre la funcionalidad y el precio, lo que ha generado una demanda insatisfecha por productos y servicios sencillos, cercanos y accesibles. Esto propicia una oportunidad para marcas locales y nacionales que propongan otro tipo de experiencia al consumidor.
A su vez, al incursionar en el mercado externo, la marca tiene un valor y reconocimiento mayor, capitalizando el valor de su empresa y teniendo una ventaja de competencia en el mercado.
Además, los consumidores locales pueden sentirse atraídos por una marca reconocida y establecida en la región, lo que puede acelerar el proceso de penetración en el mercado. En la actualidad hay casos de éxito de marcas nacionales, que desembarcaron en el vecino país y tienen grandes perspectivas.
En el año 2019 la consultora de franquicias SURACI, líder del sector en el región de Cuyo, realizó una misión comercial en la que pudo no solamente profundizar sobre las particularidades del mercado chileno sino también poder comenzar una alianza estratégicas con su par trasandino. “Luego de intentar desarrollar el mercado a través de participación en ferias, intentando buscar inversores para las marcas que representamos, nos dimos cuenta que contar con un socio local era fundamental al momento de poder lograr mejores resultados, ya que la idiosincrasia local hace que se confíe mucho más en un chileno que en un argentino, de esa manera nació nuestra relación con Mauricio y hemos podido llevar adelante varios negocios en conjunto”, comenta Nicolás Suraci quien dirige la consultora mendocina.
“El éxito de marcas como Tijeritas o Grido demuestra el potencial que existe para las marcas argentinas que se enfocan en este segmento del mercado. Estas marcas han logrado posicionarse a pesar de los desafíos económicos recientes, como la inflación y el bajo crecimiento. Pese a todo, el mercado chileno ofrece una oportunidad significativa para las marcas argentinas que se adapten a las necesidades y preferencias de los consumidores locales, priorizando la accesibilidad, la cercanía y la simplicidad en sus productos y servicios”, resalta Paschold.
Uno de los aspectos fundamentales de apostar por el mercado internacional es que tanto la inversión como la ganancia es en dólares, lo que permite al franquiciante un retorno en moneda extranjera y reducir el riesgo de pérdida que encierra cualquier negocio.
Desde la consultora Suraci Evolución de Empresas destacan que Mendoza tiene 150 marcas con gran potencial para invertir en el exterior. En los últimos años, franquicias regionales desembarcaron en Perú y Chile, con gran éxito y encontraron un nicho de consumidores ávidos de productos y servicios nacionales. Este año, junto a ProMendoza se delineó un plan de acción para promocionar empresas regionales en Latinoamérica.
Un dato no menor es la legislación que tiene cada país para entrar en su mercado. En el caso de Chile, ofrece un marco legal atractivo para el desembarco de franquicias. No tiene una Ley de Franquicias específica, por eso,las relaciones entre franquiciante y franquiciado se encuentran reguladas por diversos cuerpos legales, como el Código Civil y la Ley de Protección al Consumidor.
“Chile cuenta con un Estado de Derecho sólido, que garantiza la seguridad jurídica y la protección de los derechos de los inversores. Además, contamos con un marco regulatorio moderno y flexible que facilita la creación y operación de negocios. Y algo muy positivo es el Tratados de doble tributación, que permiten reducir la carga fiscal para las empresas que operan en el extranjero”, detalla Mauricio Paschold.
En cualquier caso de inversión en el mercado latinoamericano es realizar un estudio de mercado para evaluar el potencial del negocio y la competencia en el sector, como así también conocer las costumbres y preferencias del mercado para adaptar la oferta de productos o servicios a las necesidades de los consumidores locales.
Además de contar con asesoría especializada para la elaboración del contrato de franquicia y el cumplimiento de las normas legales aplicables.