"La decisión del Directorio hace posible un desembolso inmediato US$ 5.400 millones (DEG 4.000 millones), lo que sitúa el total de desembolsos en el marco del acuerdo en alrededor de US$ 28.900 millones", detalló el FMI en un comunicado.
La transferencia ya se advirtió en las reservas del Banco Central, que esta tarde cerraron en US$ 39.055 millones, unos US$ 2.500 millones por arriba del cierre del jueves, una vez descontado el pago de US$ 2.900 millones que Argentina debía completar en marzo.
El impacto de la sequía, el financiamiento interno y el nivel de reservas resultaron el foco de atención en las últimas semanas en las discusiones que mantuvieron la Argentina con el FMI, puntos íntimamente relacionados con el cumplimiento de las metas del programa vigente con el organismo.
En ese sentido, la aprobación del Directorio llega luego de que el 13 de marzo el equipo técnico del organismo y el Gobierno argentino acordaran una revisión que incluyó una reducción en la meta de acumulación de reservas internacionales para 2023 -hasta esta noche no detallada- por el efecto de la sequía sobre las exportaciones, y mantuvo sin cambios la meta de 1,9% del PBI de déficit fiscal para este año.
El miércoles, el ministro de Economía, Sergio Massa, se reunió con la número dos del Fondo, Gita Gopinath, en Washington, donde dejaron entrever que el programa que se discutirá en breve no será ajeno al impacto severo que provocó la sequía en la economía argentina y la consecuente caída en el nivel de reservas.
La propia Gopinath se encargó de adelantar estos tres puntos tras calificar al encuentro con Massa como una "buena reunión".
"Buena reunión con el ministro Sergio Massa. Se discutió la cuarta revisión del programa, el severo impacto de la sequía y la importancia de las acciones para aumentar las reservas y continuar movilizando financiamiento interno de manera sostenible", señaló Gopinath en su cuenta en la red social Twitter.
Luego, Massa -que formó parte de la delegación que acompañó al presidente Alberto Fernández en su visita a la Casa Blanca, donde se reunió con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden- dijo que en el encuentro trataron "los temas del impacto de la sequía en el país y se valoró el despeje de vencimientos de la curva en pesos".
Los eventuales cambios que se podrían dar en el programa a raíz en la sequía tienen que ver con la flexiblización en el nivel de reservas, que implicaría un recorte de unos US$ 2.000 millones respecto a las previsiones contenidas en el acuerdo firmado en marzo de 2022.
Fuentes del Ministerio de Economía confirmaron a Télam semanas atrás que "el efecto de la sequía es más fuerte en el primer trimestre, por eso la mayor parte del ajuste de meta de reservas es para el 31 de marzo", y que el FMI habilitó la posibilidad de implementar un nuevo mecanismo de dólar diferenciado para el sector exportador, en caso de que "sea necesario para fortalecer reservas".
De todos modos, se asumió un compromiso de no usar reservas para intervenir en las cotizaciones paralelas del dólar.
Luis Cubeddu, director adjunto del Departamento del Hemisferio Occidental, y Ashvin Ahuja, jefe de misión para la Argentina, destacaron el 13 de marzo el sobrecumplimiento de las metas fiscales para el 2022, luego de que el déficit fiscal primario alcanzara el 2,3% del PBI (frente a una meta de 2,5%), en particular debido "al continuo sólido control del gasto y las acciones para mejorar la focalización de los subsidios y la asistencia social".
Uno de los puntos que también destacó el Fondo fue la "estrategia proactiva" de financiación del Tesoro, que está ayudando a "afrontar los vencimientos de deuda, especialmente en el segundo y tercer trimestre" de 2023.
Al respecto, desde Economía señalaron que "el sector financiero le prestó US$ 16.000 millones a dos años al gobierno con el último canje; eso era central para el FMI; por eso lo pusieron en el comunicado".
De todas formas, aseguraron que se mantendrá sin cambios la meta de déficit fiscal de 1,9% del PBI del corriente año, pese al impacto de la sequía.
Esto último, dijo el FMI, se deberá lograr "a través de controles continuos de gastos, una mejor focalización de los subsidios energéticos y de la asistencia social, y una mejor priorización del gasto de capital, al tiempo que protegen el gasto social y de infraestructura prioritario".
"Para cumplir con las metas de reducción del déficit y fortalecer la progresividad de los subsidios energéticos, las autoridades planean continuar implementando el esquema de segmentación acordado, eliminando los subsidios para los usuarios residenciales de mayores ingresos a partir de mayo y para los usuarios comerciales a fines de 2023", afirmaron Cubeddu y Ahuja.
En cuanto a la política monetaria y cambiaria, el Gobierno se comprometió a mantener una política de tasas de interés en pesos real positiva, que se complementará con una "racionalización de la política cambiaria".
"En el futuro, será esencial mantener políticas sólidas y adaptarlas según sea necesario a la evolución de las condiciones externas e internas; las medidas cambiarias administrativas temporales no deben ser un sustituto de una política macroeconómica sólida", señalaron desde el FMI.