El informe del Observatorio Laboral (Instituto de Trabajo y Producción (ITP) de la Universidad Nacional de Cuyo, que se elabora cada año, examinó la situación del empleo a nivel provincial en el contexto del país y la región durante el año pasado. Se complementó con información relativa al primer trimestre de 2024.
El análisis se centró en la evolución de los principales indicadores laborales y de variables complementarias como las tasas de informalidad y de asalarización, así como en el desempeño del empleo registrado total y de los sectores más relevantes. Se utilizaron datos estadísticos provenientes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.
Qué dice el informe
Las investigadoras María Albina Pol, Valentina Ledda y Belén Paz, explicaron que durante el 2023, a pesar del contexto recesivo e inflacionario, la economía argentina logró crear empleo. Lo que impactó en el comportamiento de las tasas clásicas del mercado de trabajo que tuvieron un desempeño promedio positivo: aumentó la tasa de actividad (nivel de participación laboral que incluye a ocupados y desocupados) y la de empleo, y se redujo el desempleo. Esto se dio en el contexto de un fuerte deterioro de los ingresos.
En los primeros meses del 2024 se agravó la depreciación de salarios como resultado de la escalada inflacionaria iniciada en diciembre último. Los trabajadores jóvenes y las mujeres son los más afectados por la actual crisis laboral.
Cómo se registró el empleo
En 2023, el empleo formal (que incluye asalariados privados y públicos, monotributistas, asalariados de casas particulares y autónomos) tuvo un comportamiento expansivo. En promedio se crearon algo más de 265.000 puestos de trabajo registrados (+2%). Los que más crecieron fueron los monotributistas.
El empleo asalariado registrado del sector privado también creció, pero a un menor ritmo, impulsado por casi todas las actividades económicas, a excepción de la construcción.
La industria siguió siendo un importante dinamizador del empleo formal en el país, aunque la contracción económica iniciada en la segunda mitad de 2023 menguó el ritmo de creación de puestos de trabajo, que continuó decreciendo en los primeros meses de 2024.
Qué pasó en Mendoza
El mercado de trabajo del Gran Mendoza mostró un menor dinamismo y se manifestó en una caída de todos los indicadores básicos. El nivel de participación laboral y de empleo se contrajeron. Esto fue acompañado por una leve caída en la tasa de informalidad laboral.
Los datos para el primer trimestre de 2024 muestran que la actividad laboral en Gran Mendoza se mantuvo en el mismo nivel que el trimestre anterior, mientras que la tasa de empleo se redujo levemente y, por consiguiente, el desempleo aumentó.
Mientras que las remuneraciones de los asalariados registrados en el sector privado de Mendoza cayeron en 2023 en proporciones similares al total nacional con una pérdida cercana al 15%.
En resumen
Si bien el mercado de trabajo mendocino presentó una evolución positiva de los indicadores laborales clásicos, el problema de la informalidad persistió en niveles más altos que el promedio.
A su vez, el escenario inflacionario de 2023 y principios de 2024 deterioró aún más los salarios de los trabajadores.
Los datos del primer trimestre de este año empiezan a mostrar un empeoramiento de esta situación expresada en un aumento del desempleo, un desplome en el poder adquisitivo de los salarios y un agravamiento de las condiciones de vida de la población.
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