"Se avecinan dos meses de desafíos significativos, no solo debido a los indicadores económicos, sino también a la rapidez con la que los precios están ajustándose", expresó Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Equilibra, en declaraciones al diario Clarín.
Según sus observaciones, se anticipan dos meses con una inflación de dos dígitos, alrededor del 10% mensual. En el ámbito de los alimentos, se prevé que los aumentos puedan alcanzar hasta el 15%.
El analista señaló: "En un corto período, veremos el encarecimiento de bienes esenciales y fundamentales. Puedo imaginar que el Gobierno podría verse compelido a implementar medidas, similar a lo que hizo Macri después de las PASO, como la eliminación del IVA sobre los alimentos".
Por otro lado, Claudio Caprarulo, de Analytica, advirtió: "En agosto, no solo observaremos el impacto de la depreciación en los precios durante la segunda mitad del mes, sino también el efecto de la devaluación fiscal de finales de julio. Nos adentramos en un escenario sumamente complejo que se extiende hasta octubre". Matías De Luca, economista de LCG, comentó: "Debemos prepararnos para enfrentar una inflación de dos dígitos en agosto y septiembre.
El Banco Central ha recientemente elevado las tasas a un ritmo del 9% mensual. Aunque este aumento parece insuficiente para el contexto que se avecina hasta octubre, creo que el impacto se sentirá de manera generalizada en todos los productos. Anteriormente, cuando el dólar paralelo fluctuaba, esto se trasladaba a los precios.
Ahora, si el dólar oficial se modifica, también influye en el paralelo. Ha habido un cambio en la dinámica nominal".
Un factor adicional que contribuirá al aumento récord de los precios en agosto es el incremento del 7,5% en el Impuesto País, que afecta las importaciones y los costos de los insumos industriales. Sin embargo, se anticipa que la situación empeorará en septiembre, donde algunas consultoras ya pronostican un aumento de la inflación de hasta el 20%.
En este momento, se espera que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publique los datos de inflación de julio el miércoles 16 de agosto, con una expectativa de que se sitúe en torno al 7%. Queda por verse si esta cifra marcará la última vez que la inflación estará en un solo dígito.
Este escenario de aumento de precios es la consecuencia predecible de la devaluación implementada por el Gobierno nacional después de las elecciones primarias del domingo 13 de agosto, una solicitud planteada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) que la Administración Fernández había evitado aplicar durante la campaña electoral debido a sus posibles efectos inflacionarios.
El desafío radica en que al aumento de precios que ya se estaba experimentando en agosto se sumó la escalada del dólar blue, anticipando un mes de alta inflación. Ahora, con la devaluación, las firmas consultoras privadas estiman que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) podría situarse en torno al 14%.
Sin embargo, se proyecta un escenario aún más crítico para octubre, cuando se publiquen los datos de inflación de septiembre apenas días antes de las elecciones generales.
Inflación que recuerda la poscrisis de 2001
En ese momento, se estima que podría haber un incremento en los precios de hasta el 20%. Si las predicciones de las consultoras se confirman, y la inflación oscila entre el 10% y el 14% este mes (lo cual se conocerá en septiembre), podría superarse el pico del 10,4% registrado en abril de 2002, después de la salida del régimen de convertibilidad. Vale la pena recordar que estas mismas firmas consultoras ya habían advertido sobre una inflación del 8% al 9% para agosto, debido a la escalada del dólar blue antes de las elecciones primarias.
Esta situación se intensificó aún más el lunes, cuando la moneda en el mercado paralelo cerró cerca de los $700.
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