La tensión entre Mike Tyson y Jake Paul alcanzó su punto más alto este jueves, cuando el ex campeón mundial de boxeo abofeteó al youtuber convertido en boxeador durante el último cara a cara previo a su pelea en el AT&T Stadium, hogar de los Dallas Cowboys. El incidente ocurrió en la ceremonia de pesaje, convirtiéndose en el tema del momento en Arlington, Texas.
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Aunque Jake Paul evitó responder físicamente, aprovechó las entrevistas posteriores para lanzar dardos verbales. "Ni lo sentí. Está enfadado. Ahora es personal, es personal. Él debe morir", declaró Paul visiblemente molesto, gritando su última frase con un gesto desafiante que encendió aún más los ánimos.
El conflicto había empezado el miércoles, cuando, durante una conferencia de prensa global, Tyson perdió la calma ante la pregunta de una periodista mexicana sobre la posibilidad de perder ante Paul. "No voy a perder", respondió Tyson gritando, asegurándose de que su adversario lo escuchara claramente.
La pelea, que será transmitida exclusivamente por Netflix, no solo ha generado expectativas deportivas, sino también económicas. Según medios especializados, ambos peleadores se llevarán a casa cerca de 80 millones de dólares cada uno, una cifra que confirma la magnitud del espectáculo.
Con el ambiente más caliente que nunca, el enfrentamiento promete ser un evento explosivo tanto dentro como fuera del ring.