El arquero Sebastián Torrico y el volante Néstor Ortigoza se despidieron hoy de San Lorenzo entre lágrimas y expresaron su agradecimiento "eterno", en una emotiva ceremonia realizada luego de la victoria 3-0 sobre Aldovisi de Mar del Plata, en un Nuevo Gasómetro colmado, por la última fecha de la LPF.
"Nunca nos vamos a olvidar de esto", dijeron ambos, ídolos del club y héroes en la obtención de la Copa Libertadores 2014.
El acto fue conducido por el periodista y simpatizante "cuervo" Juan José Buscaglia y se realizó en el campo de juego.
Torrico fue el primero en hablar: agradeció a todos los presentes y consideró que era el cierre de "una etapa muy importante" en su carrera. "Siento que San Lorenzo que es mi casa", cerró.
Luego Ortigoza dijo: "Es el momento más feliz de mi vida, no me voy a olvidar en mi vida el cariño de ustedes".
"Cuando llegué a San Lorenzo estaba en un momento muy difícil (peleaba por mantenerse en la categoría) y ahora volví en otro momento malo, pero me voy festejando la clasificación a la próxima Copa Sudamericana", finalizó el "Gordo".
El defensor Federico Gattoni, en nombre del plantel, despidió a los futbolistas felicitándolos y destacó que ambos "marcaron el camino, dieron su ejemplo de perseverancia, marcaron una línea y dejan un legado. Boedo siempre será su casa".
El delantero Nicolás Blandi, a su vez, expresó su orgullo "de compartir este momento" con Ortigoza y Torrico. "Ellos me ensañaron lo que significa San Lorenzo y a querer el club. Con la gloria ya en sus manos nunca dejaron de tirar para adelante".
El DT, Rubén Darío Insúa, por su parte consideró que los dos jugadores "marcaron a fuego la historia del club".
"Y encima nos ayudaron a cerrar bien el torneo, conseguimos un objetivo que estaba en el tercer lugar en el orden de prioridades y ahora nos toca trabajar de cara al año que viene, que tenemos cuatro competencias", añadió.
Con camisetas alusivas al momento, el plantel acompañó a sus ahora excompañeros y los hijos de ambos futbolistas les acercaron una copia de la Copa Libertadores que obtuvieron en 2014, con la que luego realizaron una vuelta olímpica, repitiendo la hicieron del 13 de agosto de ese año.
El "Gordo" pateó un penal que se lo atajó el "Cóndor" y después se retiró del campo de juego con su padre, que fue el que lo introdujo en el mundo del fútbol.
Torrico, un mendocino que se convirtió el lider de San Lorenzo
Desde que Torrico perdió el puesto con Augusto Batalla a mediados del actual torneo y trascendió que no renovaría su contrato a fin de año, el partido de la última fecha tomó un carácter especial para San Lorenzo, que aumentó todavía más este miércoles cuando Ortigoza anunció su retiro del fútbol profesional.
Es que se trataba de la salida del arquero que fue figura en la Copa de 2014, primero en la tanda de penales ante Gremio de Brasil por los cuartos de final y el autor del tanto, desde los doce pasos, en la final revancha con Nacional de Paraguay para la conquista de la única Libertadores en la historia del club.
Torrico, de 42 años, es en rigor mucho más que eso para San Lorenzo. Durante su década ininterrumpida en el club, se convirtió en un líder silencioso al que los hinchas le atribuyen una influencia positiva por su compromiso y sus atajadas memorables.
El mendocino llegó a San Lorenzo en abril de 2013 como un refuerzo de urgencia cuando Pablo Migliore fue detenido en pleno Nuevo Gasómetro después de un partido con Newell's, imputado de encubrimiento a barras de Boca Juniors, su anterior club.
El "Cóndor" debutó ese año en un partido de Copa Argentina ante Deportivo Morón y mostró sus virtudes al contener dos penales en la definición que le permitió al equipo avanzar de ronda.
Con el correr de los días se ganó la titularidad y en el semestre siguiente fue figura para la obtención del Torneo Inicial bajo la dirección técnica de Juan Antonio Pizzi. En la fecha 14, le tapó un penal al defensor Claudio "Chiqui" Pérez sobre el final del clásico ante Boca para sostener una victoria clave y en la última tuvo una atajada épica frente a Agustín Allione de Vélez (0-0), que se convirtió en mural en las calles de Boedo.
Ese día San Lorenzo visitaba Liniers con la necesidad de sumar al menos un empate para coronar ante un rival que podía ser campeón únicamente con la victoria.
Al año siguiente, en el primer semestre, llegó la Libertadores; luego la disputa del Mundial de Clubes en Marruecos, cuya final fue derrota 1-2 ante Real Madrid de España; y en febrero de 2016 la conquista de la Supercopa Argentina con una goleada sobre Boca (4-0) en Córdoba.
Torrico ganó los tres títulos (Inicial 2013, Libertadores 2014 y Supercopa 2015) en compañía justamente del "Gordo" Ortigoza, un futbolista que se convirtió en ídolo en esa seguidilla exitosa, después de pasar por el proceso que casi desemboca en el descenso a la B Nacional en 2012.