Santiago Flores, de apenas 16 años, estuvo sentado en el banco de Central Córdoba esperanzado en jugar algunos minutos ante Boca Juniors.
Más allá de esto, el DT José Alberto se dio cuenta de que no era el mejor momento para hacerlo debutar en Primera, y evitó exponerlo en el 4-1 en contra.
El pibe, fanático de Rosario Central y admirador de Emiliano Vecchio, se paró en la puerta del vestuario xeneize a la espera de conseguir alguna camiseta de un jugador auriazul. Y así fue: Juan Ramírez le regaló la indumentaria.
"Estoy feliz, contentísimo. Me daba vergüenza y vino Juan (Ramírez) y me la dio”, dijo a TyC Sports.
El adolescente deutó en noviembre pasado, con 15 años y 10 meses, en el triunfo de Central Córdoba sobre Victoriano Arenas, en la Primera C Metropolitana.
Hoy en día es considerado como una de las joyas del fútbol rosarino y no extrañaría que cambiara de club.
Fuentes: TyC Sports y Bolavip