Una década y un lustro ha pasado ya de aquel día histórico para Independiente Rivadavia que se hizo imborrable en la memoria de su numerosa hinchada. Fue un jueves 5 de julio del año 2007 cuando el Azul del Parque encumbraba su travesía del Torneo Argentino “A” (hoy Torneo Federal”) a la Primera B Nacional (hoy Primera Nacional).
Aquel día venció a Guillermo Brown de Puerto Madryn por 3 a 2 en la definición de lanzamientos penales en una serie que tuvo condimentos para todos los gustos.
Aquella definición pareció escrita, como una película de acción que involucró a Desamparados de San Juan y Atlético Club San Martín, a quienes se les comprobó que hicieron trampa arreglando un empate en la cancha Albirroja y por ello sufrieron una quita de 9 puntos. Ese hecho le posibilitó a La Lepra poder llegar a la definición del ascenso con el equipo de la provincia de Chubut.
En el juego de ida, los dirigidos por Arnaldo "Cacho" Sialle, que llegó para dirigir las finales, perdió por 1 a 0 en Madryn por el gol de Martín Uranga, a los 44’ del segundo tiempo. La vuelta, en el Parque General San Martín, se jugó ante miles de hinchas leprosos y fiel a su costumbre se tuvo que sufrir hasta el final para lograr el ascenso. De otra manera no se podía.
Fue inolvidable, imborrable. Con la desventaja de haber caído en tierras patagónica, La Lepra sintió un mazazo que parecía derrumbarlos cuando a los a los 36 minutos del primer tiempo Ignacio Ruiz estampaba el segundo gol que le daba una diferencia favorable de 2ª 0 a Guillermo Brown.
A falta de 7 minutos para el final comenzó la hazaña leprosa: a los 38’ llegó la igualdad de Luciano Cipriani, a los 44’ el tanto del Bati Aranda, que hizo delirar a La Catedral, para ir a los penales y en la tanda desde los doce pasos las manos del Flaco Vivaldo aparecieron para lograr el tan ansiado ascenso que hoy cumple un nuevo aniversario.