Ya pasó un año. Parece mentira con la velocidad que transita el tiempo. Aquí en Mendoza perdía la vida Nicolás Naranjo, corredor sanjuanino oriundo de La Bebida.
Un accidente apagó los sueños del joven corredor de la vecina provincia. El ciclista de la Agrupación Virgen de Fátima sufrió una terrible caída en plena competencia en el velódromo provincial Ernesto Contreras, Cóndor de América, cuando Nico protagonizó una rodada junto a Kevin Castro, Santiago Sánchez y Juan Manuel Gutiérrez.
El velocista de la vecina provincia se llevó la peor parte y recibió los primeros auxilios al instante por los enfermeros presentes en el velódromo. Pero rápidamente lo trasladaron hacia el Hospital Lagomaggiore para estudios y luego lo derivaron al Hospital Central para intervención médica, donde lamentablemente perdió la vida luego de lucharla por más 20 horas.
Juan Ignacio Curuchet está en el ojo de la tormenta por el trágico accidente a quien se le imputa de haber provocado la caída de Nicolás.
Juan Ignacio es hijo de Juan Esteban Curuchet, campeón olímpico y sobrino de Gabriel, presidente de la Federación Argentina de Ciclismo de Pista y Ruta. No corre desde la fecha del trágico accidente: en su equipo –Gremios por El Deporte- dicen que está de licencia.
La familia del malogrado corredor pide la imputación del pedalero marplatense de 28 años por el delito de homicidio culposo por conducta temeraria e imprudente y negligencia y que se constituya a la familia como querellante, para así poder presentar una serie de pruebas testimoniales.
Aquí en Mendoza sucedió ese accidente. Aquí ya no se lo recuerda, una pena. El día anterior de cumplirse el año del deceso de Nicolás Naranjo, en donde un puñado de corredores (no más de diez), nadie le recordó. La Asociación Ciclista Mendocina ni siquiera un minuto de silencio le rindió. Vergonzoso, lamentable.