Otra vez finalista, casi por decantación.
Convence a los históricos menottistas por el juego de buen pie y la vocación de buscar el área en la mira.
Convence a los históricos bilardistas por combatividad, picardía y fortaleza mental.
Scalonitismo como mixtura de ambos modelos.
Las raíces futbolísticas argentinas permanecen y se reinventan a sí mismas.
Lógicamente, una cultura futbolística tan identitaria, que lleva ya poco más de un siglo, necesita de intérpretes que la sientan como propia y se potencien por el solo hecho de vestir esta camiseta.
Dos referenciales del nivel superlativo de Messi y Di María no nacen todos los días y, quizás, habrá que esperar por mucho tiempo que el recambio tenga algún punto de encuentro con ellos.
"Son nuestras últimas batallas", anticipó Leo.
"Disfruto al máximo de estos últimos momentos", ratificó 'Fideo'.
"Nosotros no los vamos a echar", expresó Scaloni.
¿Durante cuántos años se denostó y se puso en tela de juicios a sendos fuera de molde?
Y al DT, gratuitamente, un sector de la Prensa lo juzgó hasta con aire malicioso en sus inicios con la albiceleste.
Sendas dosis de menottismo y bilardismo anidan en esta Selección.
Nada se pierde, todo se transforma.
En modo introspectivo, el Diez también dejó expresiones profundas que lo marcan en esta etapa de su vida.
Y dijo, hablándose a sí mismo:
"Al Messi de antes le diría que es un recorrido largo y duro. Que intente disfrutar todo. Muchas veces no lo hice y el hecho de querer ganar siempre y que no se dieran los objetivos hicieron que me maltrate demasiado yo mismo. No le daba valor. Hoy que soy más grande le doy muchísimo valor, más allá de ganar o perder. Le diría que disfrute el camino porque al final llegan cosas lindas".
Quizás, aquel Leíto ensimismado y de retórica cuidada, empieza a descubrir la simpleza en su vida cotidiana, sin que haya que demostrarle nada a nadie.
Es sano que así sea.
Y el duelo tendremos que hacerlo de motu proprio.
¿Estamos ´preparados para esto?