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El Tomba expuso virtudes individuales y colectivas que lo animan a pensar en más

Godoy Cruz arrancó a paso ganador en el regreso de Diego Flores como DT. Una performance sólida rubrica el merecimiento del triunfo por 1-0 en su visita al "Guapo"

 

Redacción
30/01/2023 22:43
Ábrego, autor del gol y figura de la cancha.
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(Enviado especial de Grupo Jornada a Buenos Aires)

De menor a mayor y con un trabajo colectivo que fue creciendo sin pausa, Godoy Cruz compuso una performance muy sólida en sus líneas y terminó constituyéndose en un muy justo ganador frente a un adversario que mostró carencias no solo individuales sino también en función de conjunto. El 1-0 fue trabajoso, pero marcó en claro que este equipo supo cómo asegurar el resultado y en escasos momentos sufrió apremios por parte de un flojo y carente de ideas Barracas Central.

Es más, por momentos pareció que se habían invertido los roles y quien tomaba más determinación en el modo y la forma de ganar metros en ataque era la visita y no el local. En esto tuvo mucho que ver la confianza que fueron ganando los jugadores visitantes en todas sus líneas y no hubiera sido exagerada una victoria más amplia en el resultado final.

 

En una producción muy acertada, Rasmussen tuvo un altísimo porcentaje de aciertos en tres funciones básicas para un defensor: anticipo, cobertura de la posición cuando es encarado y decisión en el momento de salir a cortar en vez de esperar el eventual yerro del rival. Cinco cruces oportunos marcaron la tendencia del debutante, quien trabajó como apoyo por la izquierda del terceto que completaban Barrios por derecha y Ferrari por el centro.

Y, de a poco, se notó cómo Ábrego fue receptor de pase, pero también armador con pelota dominada y con cambio de ritmo al momento de encarar o de lanzar. En sus aciertos, el Tomba manejó los ritmos del juego ante un mediocampo adversario muy impreciso tácticamente y con volantes que intercambiaban sus posiciones confundiendo más que aclarando.

Tras la tensión debido a la bandera que había levantado el línea, llegó la confirmación a través del VAR para convalidar la ventaja del Expreso tras un lanzamiento de Abrego que había superado a Desábato, mientras acompañaban dos receptores visitantes desde atrás.

Ya había avisado Conechny con una entrada al área y con centro atrás que no pudo ser capitalizado. Y era el momento donde el equipo se mostraba más compacto y con seguridades definidas. A nadie le extraño que ese primer tiempo quedara en poder tombino. Lo había merecido, claramente.

En el segundo parcial y ante la previsible búsqueda del “Guapo”, la línea de cinco defensiva recibió el complemento del sector de volantes en faz combativa para salir a atorar a quien cruzaba la línea central con pelota dominada. Inclusive, la presión alta que mantuvo Allende tuvo que ver, tácticamente, en que Barracas no pudiera sumarle un marcador central al mediocampo ni que los laterales abandonaran su posición en defensa para transformarse en laterales volantes, sobre todo Calderara.

Ábrego, Andrada y los muy predispuestos Nico Fernández y Conechny se desdoblaron en retroceso cuando debían achicar los espacios como en ataque cuando acompañaban un avance, generalmente, por el lado ciego.

Y así, con el recambio que ameritaba ingresantes con una adecuada lectura del juego, se le cerraron los espacios al adversario y el local nunca tuvo volumen de juego como para provocarle inquietudes al muy tranquilo “Ruso” Rodríguez.

El mismo VAR que había convalidado el gol de Ábrego rechazó la sanción del penal a Conechny, pero – más allá de esta circunstancia – el propio aplomo del equipo marcaba que el partido ya tenía dueño tanto en el juego como en el resultado. Y así fue.

Godoy Cruz, en definitiva, sumó tres puntos en una cancha y ante un oponente que suele complicar el paso de su adversario ocasional. No es poco, claro está, pero sí a esto se le suma el desempeño colectivo en fase positiva, empieza a verse una base que apuntará a objetivos altos. Por lo visto, tiene con qué.

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