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El Tomba 2023, modelo para armar

Godoy Cruz terminó goleado por River, pero su performance en el Monumental dejó claves para interpretar y, desde allí, generar un cambio. Es un punto de inflexión y puede recuperarse. Tiene con qué

Redacción
13/03/2023 12:34
Una postal: River festeja y el Expreso lo sufre.
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En el Monumental, atestado de un público impaciente por ver al River de Martín Demichelis en una performance por fin consagratoria, Godoy Cruz nunca logró sacarse la confusión de encima y lo pagó caro no solamente en el resultado, sino también en cómo transcurrió noventa minutos más el tiempo adicionado con tantas dudas que, finalmente, éstas se transformaron en una certeza: así, nunca más.

Un Diego Flores reflexivo, sereno y autocrítico supo mensurar las causas, pero también las consecuencias. Su rol, claro está, no se limita al de un analista. Es la cabeza de un cuerpo técnico y, por lo tanto, quien debe tomar las decisiones que crea necesarias para equilibrar a un equipo que parece atravesar vaivenes de rendimiento dentro de un mismo partido.

De un inicio en el cual la visita supo cerrarse en el fondo y mantuvo a una línea de volantes mostrando aptitud para recuperar la pelota y quitarle ritmo al rival se pasó, gradualmente, a la visión de un equipo que se fue haciendo claramente permeable en su lateral izquierdo defensivo, lo cual fue detectado de inmediato por su oponente. De hecho, el gol de apertura se construyó desde allí y la habilitación a Lucas Beltrán dejó al delantero con tiempo suficiente como para meter una pausa dentro del área y elegir hacia qué lugar direccionar su remate, sin oposición.

Muy absorbido Gonzalo Ábrego por una marcación zonal, el Tomba no encontró variantes para que el armado surgiera desde su propio campo y sin tener que recurrir a algún pelotazo salvador. Ya no están futbolistas de la jerarquía de Martín Ojeda o de Ezequiel Bullaude y no será fácil reemplazarlos. De todos modos, el plantel cuenta con integrantes de peso dentro y fuera del campo de juego, por lo que existe la posibilidad concreta de marcar líneas de diálogo en las que puedan surgir voces y opiniones que – quizás – no resulten simétricas a las que se aplican como plan A. En el nivel ultra competitivo de la liga argentina, los yerros tienen sus consecuencias.

El Tomba perdió definitivamente su control sobre sí mismo durante el segundo tiempo, cuando el mediocampo quedó cortado y sin conexiones para recomponerse. Fue notorio como el local trabajó las triangulaciones en corto para ir ganando metros manteniendo la posesión del balón y luego decidir la línea de pase o la penetración en el uno contra uno. La ausencia de Gianluca Ferrari no es un tema menor, pero la línea defensiva cuenta con tiempo suficiente como para volver a establecer su firmeza en el anticipo, el corte y la salida con pelota dominada.

Tres victorias con superioridad sobre el adversario se contraponen con las cuatro derrotas en las cuales no se pudo sobreponer a cuando el resultado quedó en desventaja. Pareciera una cuestión ciclotímica, aunque – consultado el director técnico – la respuesta fue: “Es un equipo en construcción”. Lo es, sin dudas, pero lo primero que salta a la vista son los bajones pronunciados en momentos clave de cada partido. Si esto, que tiene mucho que ver con lo psicológico, logra progresivamente ir equilibrándose, al Expreso le va a convenir mucho más que un acierto en modo destello para cambiar la ecuación.

Este Godoy Cruz asoma como un modelo para armar. Puede y debe lograrlo. Recién se está acercando el cierre del primer tercio del campeonato y hay material para volver a la línea de flotación. Lo importante es darse cuenta en qué se falla y, sobre todo, de qué manera enmendarlo. Nada está perdido.

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