El 20 de diciembre de 1987 se estaba jugando el partido entre Independiente de Avellaneda y Argentinos Juniors cuando en una acción natural de juego chocaron sus cabezas Pedro Monzón (defensor del "rojo") y Sergio Batista, el volante central de "los bichos colorados", quien llevó la peor parte.
El "Checho" se desplomó en el acto y, de inmediato, sufrió convulsiones. Fue un momento de extrema tensión y angustia para todos quienes estaban allí.
En ese momento, el doctor Roberto Avanzi (traumatólogo), del equipo de La Paternal, comenzó con las tareas de reanimación y fue ayudado por el cuerpo médico local
Con el tiempo, el mediocampista que integró la Selección Argentina en México 1986 e Italia 1990, dijo: "el doctor Avanzi me salvó la vida, porque evitó que me tragara la lengua mientras estaba convulsionando".
De inmediato, una ambulancia se introdujo en el campo de juego y se llevaron al futbolista rumbo al Hospital Fiorito, ubicado a pocas cuadras del estadio.
Lo también anecdótico es que Carlos Bilardo se enteró por la radio qué había sucedido, así que se subió a su auto, llegó al estadio, se subió a la ambulancia y no se despegó ni un segundo de "Checho".
Ya en el establecimiento hospitalario, el accidentado sufrió un paro y pudo ser socorrido por el personal sanitario.
Tras la recuperación y superada la contingencia, Batista recordó que la primera cara que recuerda haber visto fue la de Bilardo; además, trabó una gran relación de amistad con Monzón, con quién compartió plantel en el Mundial Italia 1990.