Fue un día como el de hoy en el cual Tyson, en un momento de arrebato, le mordió la oreja a su oponente
Mike Tyson es uno de los nombres de moda en el deporte mundial. No se oxida. Conociendo su historial, hay muchas historias que Mike dejó grabadas a fuego. Esa fama que le precede la forjó en múltiples acciones, pero sin duda la más conocida mundialmente ocurrió el 28 de junio de 1997, un día como hoy. Ese día, el neoyorkino se enfrentaba a Evander Holyfield, quien le había destronado siete meses antes (en juego estaba el Mundial WBA del peso pesado).
La pelea paró el mundo y se convirtió en la mejor pagada del momento. Tyson se embolsó 30 millones de dólares y el campeón 35. La pelea llegó muy caliente, ya que Mike se sintió robado en el primer combate, ya que Holyfield entraba con su cabeza y no fue castigado. Ambos habían hecho sparring en su época en la selección y Evander descubrió que con insultos y esos cabezazos descentraba a Tyson. La dinámica en la segunda pelea fue la misma, lo que enfureció al aspirante. En el tercer asalto, y aprovechando un clinch, ‘Iron’ mordió al campeón, quien comenzó a saltar de dolor y la sangré no tardó en manar de su oreja derecha después de que le fuesen seccionados ocho centímetros de cartílago.
La confusión fue total y las cámaras fueron las que desvelaron lo que había sucedido. Antes, la tangana se había formado e incluso la policía tuvo que intervenir para frenar lo que estaba sucediendo.
Además de la derrota en la pelea, a Tyson la acción le costó un año y medio sin poder boxear. “Le mordí porque quería matarle. Estaba realmente enfadado porque me había golpeado la cabeza. Bueno o malo, no voy a dejar que nadie se lleve mi gloria”, se justificó años después. Pese a ser uno de los espectáculos más lamentables de la historia del boxeo, ambos hicieron las paces un tiempo después. Sin duda fue una de las acciones que marcó la carrera de ambos y que hizo crecer la fama de ‘chico malo’ de Mike Tyson.